Antes de que el Colegio Electoral certifique la victoria de Joe Biden este lunes 14 de diciembre, el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se juega su ultima carta para intentar para los comicios en los que fue derrotado.
Ahora, la estrategia es “anular” las elecciones como un todo. Eso luego de que cortes en todo el país rechazaran por falta de evidencia y méritos las casi cincuenta demandas que interpuso y que los recuentos que pidió en varios estados terminaran confirmando los resultados iniciales que lo dieron como perdedor.
Una de las vías para lograr la “anulación” que ahora predica es a través de una nueva demanda ante la Corte Suprema de Justicia, elevada por el Fiscal General de Texas, y a la que se han sumado Fiscales Generales de otros 16 estados donde Trump ganó en los pasados comicios.
La demanda es arbitraria y, según expertos, tiene muy pocos chances de prosperar. Pero el peso que han puesto tras ella los estados y el hecho que será decidida por una corte de mayoría conservadora en la que hay tres miembros nombrados por el propio presidente, genera cierta incertidumbre.
La demanda del Fiscal de Texas es contra el proceso electoral en Georgia, Míchigan, Wisconsin y Pensilvania, cuatro estados que Biden ganó y que le dieron la Casa Blanca. Y lo que alega es que estos estados implementaron cambios en su sistema de votación que se prestaban para un posible fraude. En particular, hablan de la expansión del voto por correo para acomodarse a las restricciones que planteaba la pandemia del coronavirus.