El municipio de Galapa fue el primer en esta época de fin de año en reportar una víctima por la pólvora, se trata de un menos de 6 años a quien le estalló un tote en la cara siempre se encontraba en una calle aledaña a su casa.
Autoridades de esa localidad del norte del país reportaron que el hecho ocurrió el martes 27 de octubre, pero solo hasta esta semana fue dado a conocer públicamente desde Barranquilla, donde tratan al niño en el Instituto de la Visión, ya que le resultó afectado su ojo izquierdo.
Humberto Scorza, director científico del centro clínico, manifestó a los medios de comunicación que el impacto le produjo una agudeza visual baja con hemorragia. Además de laceraciones y edema en la córnea y sangre en una cavidad.
“Se le realizó una ecografía, se encontró la retina aplicada, lo que no significa que no haya lesiones en la retina, sino que la retina no estaba desprendida. Al niño se le trató con antibióticos locales y antiinflamatorios”, explicó el profesional de la medicina.
Ante la permanencia de sangre que obstruye el eje visual, no han podido evaluar si presenta catarata traumática, por lo que habrá que esperar que se disuelva y verificar si no hay lesiones en la retina, que le podrían ocasionar una pérdida de visión.