Las lluvias se intensifican en el país y, como si cada año no ocurriera lo mismo, toman desprevenidas a las autoridades y a los ciudadanos que padecen los estragos de cada temporada como si fuera la primera vez.
Los daños causados en apenas 12 días de julio hablan de la falta de prevención en este tema: cerca de 5.643 familias damnificadas y 11 personas fallecidas en distintos hechos relacionados con las intensas lluvias.
Las zonas del país que tenían tiempo seco han sufrido inundaciones, deslizamientos o crecientes súbitas, como en Antioquia, Caldas, Cauca, Tolima y Meta, donde el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), emitió alerta roja debido al riesgo. Las alarmas también están encendidas en Chocó por los altos niveles del río Atrato.
De acuerdo con el Ideam entre marzo, abril y mayo, hubo menos lluvias de las que se esperaban lo que podría explicarse debido al cambio climático o a que la nube de polvo del Sahara que se movió a través del Atlántico hasta llegar a América haya inhibido el desarrollo de aguaceros fuertes en esa primera temporada de lluvias.
Sin embargo, las precipitaciones en julio regresaron con fuerza. Según el Ideam, el fenómeno puede explicarse porque las ondas tropicales concentraron su mayor actividad hacia el norte del país y los Llanos, lo que hace al país muy proclive a registrar crecientes de los ríos, deslizamientos de tierra o vendavales.
En los 12 primeros días de este mes el país ha padecido estos estragos ocasionados por las lluvias en 81 casos en 19 departamentos. En Santa Marta, por ejemplo, se produjo un deslizamiento de tierra que sepultó a una familia. Dos personas murieron luego de que su vivienda colapsó.
Otra tragedia familiar ocurrió el miércoles pasado a Piedecuesta (Santander). Allí, un prolongado aguacero originó la creciente súbita del río de Oro, que arrastró a una mujer de 43 años y a sus dos hijas que se estaban bañando en el río. Una de las menores sobrevivió.
En Tolima, hubo derrumbes y desbordamientos de quebradas en Chaparral y Rovira. Durante los primeros días de este mes, en los corregimientos La Marina y Las Hermosas, en Chaparral, las lluvias ocasionaron el derrumbe de una vivienda, donde murieron sepultados una mujer de 74 años y un niño de 5. La alcaldía de Rovira decretó la calamidad pública por los más de 50 deslizamientos en veredas y la inundación de cultivos.
Las fuertes lluvias también tienen en alerta al Eje Cafetero, con derrumbes y afectaciones en varias vías de la región. En Samaná (Caldas), murió una persona arrastrada por una corriente mientras iba en su vehículo.
El director de Gestión del Riesgo de Caldas, Félix Giraldo, señaló que la zona más afectada es el oriente del departamento, con intensas lluvias en Pensilvania, Samaná, Marquetalia y Manzanares.
En Antioquia al menos 16 municipios se han visto afectados. En hubo daños en 50 viviendas, 48 familias perdieron ganado y cultivos, varias instituciones educativas resultaron afectadas y hay problemas en las vías de 18 veredas.
En Vigía del Fuerte, el Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (Dapard) informó que la creciente de los ríos Atrato, Murrí y Arquía dejó unas 2.000 familias afectadas.
El departamento más afectado es Meta, donde 16 de los 29 municipios están bajo el agua, lo que afectó a unas 2.000 familias, 539 de las cuales tuvieron que ser evacuadas en helicópteros de la Fuerza Aérea y en botes de los organismos de socorro.
El Ideam pronostica que las lluvias continuarán hasta agosto y hacia mediados del mes predominaría el tiempo seco.