La pelea entre el presidente brasileño Jair Bolsonaro y su exministro de Justicia Sergio Moro, quien renunció luego de que el mandatario echara al jefe de la Policía Federal de Brasil, tuvo un nuevo capitulo al revelarse un video en el que se comprobaría la responsabilidad de Bolsonaro.
El exministro justicia brasileña que sea divulgado un video en el que quedaría comprobado que el presidente intentó «interferir» política e ilegalmente en la Policía Federal para evitarles problemas a sus tres hijos, así como a varios de sus amigos y allegados.
El video en cuestión es de una reunión de Bolsonaro con un grupo de ministros, fue grabado en la sede de la Presidencia y analizado este martes en el marco de una investigación que intenta determinar si el mandatario incurrió en algún delito, como ha insinuado Moro, quien renunció al Gobierno el pasado 22 de abril por esas supuestas «interferencias».
Por su parte el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo que el video de la reunión ministerial del 22 de abril no proporciona evidencia de su presunta interferencia con la Policía Federal. La reacción de Bolsonaro se conoció a través de un despacho de la Agencia Brasil que cita sus declaraciones al salir del Palacio de Alvorada este viernes en la noche.
¨¿dónde está la parte de este video de dos horas donde al menos hay indicios de que habría interferido con la Policía Federal, la superintendencia de Río de Janeiro o la dirección general del FP? No hay nada”.
Si bien el presidente afirma que no existe evidencia contundente, diversas fuentes periodísticas de Brasil aseguran todo lo contrario y afirman que podría incluso costarle la presidencia.
El abogado Rodrigo Sánchez Rios, que representa al exministro Moro, aseguró que el material «confirma integralmente» las sospechas volcadas por el exjuez de la operación Lava Jato en relación a Bolsonaro, por lo que «es de extrema relevancia» que su contenido, hasta ahora bajo secreto de sumario, sea divulgado.
En la grabación, dice la defensa, un Bolsonaro especialmente irritado y al borde del descontrol exigió el cese inmediato de Mauricio Valeixo, entonces director general de la Policía Federal y dijo que no permitiría bajo ninguna circunstancia que “jodan a mis hijos y a gente mía”. Con eso abrió espacio para ser enjuiciado por haber incurrido en al menos cuatro delitos previstos por el Código Penal brasileño.