Siete mujeres por cada hombre padecen de cáncer de tiroides en el país, según el Instituto Nacional de Cancerología de Colombia. Esta problemática ha convertido a esta patología en la neoplasia endocrina maligna más común entre la población femenina.
Panorama similar se registra en otras latitudes. De acuerdo con la American Cancer Society, para el 2021, se estima que se diagnostiquen alrededor de 44.280 nuevos casos de cáncer de tiroides (32.130 en mujeres y 12.150 en hombres) en el mundo.
Para el doctor Juan Pablo Flórez Castro. Especialista en cirugía Oncológica. “afortunadamente, el cáncer de tiroides es uno de los pocos tumores sólidos de los que podemos hablar de curación, también es importante estar atentos a los síntomas para lograr una detección temprana. Los pacientes y familiares pueden conocer más sobre esta información en www.valoratutiroides.com”.
De hecho, el experto resaltó que existe un alto porcentaje de lograr la efectividad con los tratamientos que hoy la ciencia y la tecnología médica ofrece a los pacientes.
Por ello, en el marco del mes Mundial del Cáncer de Tiroides, la comunidad médica hace énfasis en los avances de los tratamientos actuales, que son menos agresivos y con menor riesgo de complicaciones. Estos incorporan un abordaje terapéutico y han mejorado las expectativas de vida de los pacientes.
Así son los tratamientos contra esta enfermedad
El método principal en casi todos los casos de cáncer de tiroides es la cirugía, excepto para los de tiroides anaplásicos. Si se diagnostica cáncer de tiroides mediante una biopsia por aspiración con aguja fina (FNA), generalmente se recomienda practicar una cirugía para extirpar el tumor y toda o parte de la glándula tiroides remanente.
Así mismo, dependiendo el tipo de patología, se realiza otro tipo de cirugía como: Lobectomía, Tiroidectomía o extirpación de los ganglios linfáticos.
La yodación es la segunda terapia. Consiste en el uso de yodo radioactivo (RAI, también llamado I-131) para tratar el cáncer de tiroides. El RAI se acumula principalmente en las células de la tiroides, donde la radiación puede destruir la glándula tiroides y cualquier otra célula tiroidea (incluyendo las células cancerosas) que absorbe el yodo, con poco efecto en el resto de su cuerpo.
La tercera es terapia con hormonas. Después de la extirpación totalmente de la glándula tiroides (tiroidectomía), el cuerpo ya no pude producir la hormona tiroidea que necesita. Por esta razón, el paciente deberá tomar píldoras de la hormona tiroidea (levotiroxina) para reemplazar la hormona natural y ayudar a mantener el metabolismo normal y posiblemente reducir el riesgo de que el cáncer regrese.
Historia de una sobreviviente
Natalia Rodríguez, de 38 años, fue diagnosticada con cáncer de tiroides hace cuatro años. “En el momento que me dieron los resultados, fue un choque emocional, pero fue fundamental estar acompañada de doctores expertos y de mis familiares, que te dan una voz de aliento”.
La paciente hace énfasis en que, en su caso, fue fundamental la detección a tiempo y contar un diagnóstico acertado para manejar de la forma correcta la enfermedad.
“Después de la cirugía y del tratamiento con yodo, estos últimos cuatro años he seguido asistiendo a mis controles cada seis meses, para hacerle seguimiento a la tiroglobulina y a los anticuerpos que me permiten saber cómo está la enfermedad”, añadió.
“Mi recomendación para los pacientes es tener una alimentación saludable, hacer ejercicio y estar tranquilos, esto me ha permitido tener una vida normal. Les aconsejo informase en www.valoratutiroides.com, una comunidad digital especializada para entender el cáncer de tiroides y cómo afrontarlo”, puntualizó.