El proyecto de reforma o Ley de Inversión Social, el cual busca recaudar $15,2 billones para financiar los programas sociales y dar atención a la crisis por la pandemia avanzó rápidamente en el Congreso.
Las plenarias del Senado y Cámara le dieron el visto bueno en segundo debate a la totalidad del articulado luego de más de diez horas de debate. En la primera corporación la iniciativa se aprobó con 76 votos a favor y un voto en contra, mientras que en la segunda con 124 votos positivos y 8 negativos.
Las ponencias para segundo debate de la tributaria fueron radicadas en las secretarías de la Cámara de Representantes y del Senado con algunas modificaciones. En total, el nuevo texto tiene 61 artículos y 6 de ellos son nuevos.
Entre los cambios están algunos como la extensión de las ayudas al sector de restaurantes y bares para que no paguen IVA e impuesto al consumo hasta el 2022 cuando pertenezcan al Régimen Simple de Tributación o nuevas herramientas para facilitar el pago a deudores de multas por infracciones a las normas de tránsito que se hayan hecho exigibles con anterioridad al 30 de junio de 2021.
La votación en el Senado estuvo marcada por la polémica porque congresistas opositores se retiraron y no votaron el proyecto al considerar que lo propuesto no se debatió como era debido ya que apenas el día anterior radicaron tres ponencias de 100 páginas cada una sobre esta iniciativa.
No obstante, no todos los congresistas estuvieron de acuerdo con la nueva propuesta, el representante del Centro Democrático Óscar Darío Pérez afirmó que esta no es la reforma profunda que el país necesita, pero que la anterior era mucho más estructural y no pasó.
Con respecto a ponerle IVA a las importaciones de bienes de tráfico postal o envíos urgentes iguales o inferiores a 200 dólares, Pérez explicó que únicamente gozarán de esta exención los países con los que se haya firmado un Tratado de Libre Comercio.
Se destaca que, en general, hubo poca controversia. Luego de las peticiones, por parte de varios integrantes de partidos de oposición, para que se aplazara durante unos días el debate de votación, el trámite se desarrolló de manera fluida. No obstante, los congresistas hacían llegar nuevas proposiciones, la mayoría de las cuales eran rechazadas, por no tener el respaldo del Gobierno.