Con perdón, compromisos de no repetición y propuestas para que el conflicto no vuelva a entrar a las universidades, terminó en la Universidad Industrial de Santander (UIS) el Encuentro por la Verdad. El campus central de la UIS, en Bucaramanga, fue el escenario ideal de este evento que reconoció las afectaciones y violencias que padeció el sector universitario: docentes, estudiantes y trabajadores, en el marco del conflicto armado en Colombia. |
El Encuentro congregó, además de las víctimas y sus familiares, a responsables de los hechos, exguerrilleros, paramilitares desmovilizados y exmiembros de la Fuerza Pública, quienes pidieron perdón sobre la victimización que hicieron a las comunidades universitarias y el compromiso de la no repetición. Junto a ellos estuvieron los comisionados de la Verdad y rectores de universidades del país, quienes participaron de este diálogo y reflexión conjunta. Uno de los momentos relevantes se vivió durante la intervención del general (r) Óscar Naranjo, ex – vicepresidente de Colombia: “Yo francamente reconozco que por lo menos mientras fui director de Inteligencia, a finales de la década de los 90, seguramente contribuí a estigmatizarla. Tenía en ese momento el prejuicio de que la universidad era una especie de cantera vinculada a grupos armados y que en la universidad se permitía la vinculación de combatientes para esas guerrillas. Qué error tan grande. Hoy pido perdón genuinamente por haber contribuido a estigmatizar la universidad”. Por su parte, Pastor Alape, integrante del antiguo Secretariado de las Farc-EP y firmante del Acuerdo de Paz de La Habana, destacó que “en la Universidad Industrial de Santander se ha manifestado la dinámica de la lucha social, la lucha política; la universidad no estuvo exenta del debate frente a la lucha armada y la lucha insurreccional. Por eso planteamos que se pueda establecer un pacto político para que se saque a la universidad pública del conflicto, que la universidad sea centro de la solución de las conflictividades violentas que todavía nos afectan y que sea declarada víctima del conflicto y sujeto de reparación colectiva para poder garantizar el desmonte de la estigmatización de la universidad”. Dijo, además, que «reitero y pido el perdón a todas las víctimas asesinadas en este conflicto. Hay que abrir el diálogo o si no, no vamos a construir país”. Igualmente, conmovedores fueron los testimonios que se propiciaron en el Encuentro. Uno de ellos fue el de Yolanda Sanjuán, hermana de dos estudiantes de la Universidad Nacional en Bogotá, detenidos y desaparecidos en 1982: “El dejar el nombre de mis hermanos en este mural quiere decir que todavía están vivos, que permanecen con nosotros, que no han muerto y que los seguimos manteniendo vivos y recordando jóvenes como se fueron. Nosotros nos envejecimos, pero ellos quedaron jóvenes y al pintar estos murales quiere decir que la lucha continúa y que hay que seguir adelante”. Darío Vásquez Padilla, estudiante de la Universidad del Atlántico, víctima del conflicto, señaló: “Para que no se repita esto es necesario primero que haya una memoria al interior de las universidades, que toda la comunidad universitaria conozca objetivamente qué fue lo que ocurrió en las universidades, y segundo es necesario que se abran espacios de democratización en que las voces de los estudiantes, de los docentes, de los trabajadores sea tenida en cuenta en el escenario de construcción de lo que significa la universidad y en el impacto social que necesariamente debe tener”. |
Las universidades públicas también estuvieron presentes desde su institucionalidad. Uno de los representantes fue el rector de la Universidad Pedagógica Nacional, Leonardo Fabio Martínez: “Este evento nos va a permitir comprender por qué razón hubo persecución, señalamiento, estigmatización, desapariciones, asesinatos en el marco del conflicto armado colombiano en el que las víctimas fueron estudiantes, profesores o trabajadores de las universidades. Y a partir del conocimiento de la verdad, conocer los hechos para poder reparar a las víctimas, poder socialmente reconocerlas, abrazarlas y socialmente hacer estrategias de reparación integral para ellas, para sus familias”.
El evento terminó con el bloque de recomendaciones para la NO Repetición, que estuvo liderado por el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad. “Todo lo que la guerra tocó en Colombia, la guerra lo dañó; y la guerra también le hizo daño a la universidad. Este sentimiento también profundo de que a la universidad tenemos que protegerla todos tiene que ser un esfuerzo muy grande de los jóvenes, de los profesores, de las directivas, de la sociedad para que la universidad no tenga nada que ver con la guerra, para que definitivamente sea el gran grito profundo de la sociedad.”
El padre de Roux destacó que “esperamos mucho de la UIS en esto por las circunstancias que le tocó vivir; esperamos que sea el gran ejemplo de la universidad comprometida con la reconciliación, con la paz, con el diálogo franco, sincero, donde a nadie lo persigan, lo estigmaticen y mucho menos lo maten por sus ideas. Y donde la misma lucha sea una lucha no violenta, fraterna, sincera que se hace en la conversación en que creemos los unos en los otros y que tenemos confianza que la Universidad es el centro de la confianza y de la comprensión”.
Y finalizó diciendo: “Lo que ha pasado en este día será parte del informe final y del patrimonio nacional que deja la Comisión, lo que nosotros llamamos el legado y el trasmedia”. También agradeció a las comisionadas Lucía González, Alejandra Miller, Martha Ruiz y los comisionados Carlos Beristain, Alejandro Valencia, Saúl Franco”. El evento contó además con la intervención del señor embajador de Alemania, Peter Ptassek.
El evento tuvo actividades previas, como manifestaciones pictóricas en espacios externos e internos a la Universidad y musicales. Una de ellas fue la pintura de un mural en el edificio Camilo Torres, donde familiares de las víctimas plasmaron sus testimonios y musicales, como el concierto ‘Música que cuenta la verdad’ y el festival ‘Ni un muerto más’.
La jornada se realizó en el auditorio al aire libre José Antonio Galán a lo largo de más de cinco horas, en cinco bloques de testimonios y un bloque final de recomendaciones para la no repetición. Se destaca la participación de miembros de la comunidad universitaria UIS, como los profesores Gonzalo Patiño Benavides, de la Escuela de Economía y Administración; Ivonne Suárez, de la Escuela de Historia y directora de Amovi-UIS, así como de los estudiantes Jorge Flórez y John Alexander Coronado.