La Asociación Nacional del Rifle (NRA) en Estados Unidos es uno de los grupos de presión más fuertes ante el Congreso de ese país para mantener la venta de armas, pese a la solicitud de mayores controles debido a las múltiples masacres que han ocurrido, especialmente en colegios.
Se trata de una de las asociaciones más poderosas que brinda su total respaldo al presidente, Donald Trump. Sin embargo, sus actividades han sido siempre duramente cuestionadas.
En esta ocasión, la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, presentó una demanda que pide disolver la NRA y acusa a varios de sus dirigentes de desviar millones de dólares para uso personal.
Para la fiscal, el poder de la NRA es tan grande que ha impedido que Estados Unidos tome medidas serias en contra de la violencia armada, lo que ha ocasionado miles de muertes en el país.
James asegura, sin embargo, que la NRA abusa de su poder y es presa del fraude y del abuso. La fiscal dijo a la prensa que ninguna organización, por mucha influencia que tenga, puede estar por encima de la ley.
Pero la demanda no solo apunta a la disolución de la NRA, sino que va tras su líder Wayne LaPierre, y otros tres directivos, a los que acusa de incumplir varias leyes estatales y federales y contribuir a la pérdida de más de 64 millones de dólares de la organización en tres años.
James señala decenas de instancias en las que esos ejecutivos usaron millones de dólares de la NRA, que es una organización sin ánimo de lucro, para su uso personal, lo que incluye viajes con sus familias a las Bahamas, vuelos privados y comidas en restaurantes, entre otros.
De acuerdo con la información de la fiscal, los directivos saquearon la organización por lo que se busca no solo recuperar el dinero, sino impedir que los cuatro acusados puedan volver a formar parte de la junta de cualquier otra organización sin ánimo de lucro en el estado de Nueva York.
La acción es resultado de una investigación abierta en 2019 y la NRA ha acusado en varias ocasiones a la demócrata James de parcialidad, por declaraciones en su contra que hizo en el pasado.
La Asociación Nacional del Rifle se fundó en 1871 y durante décadas ha sido una muy influyente fuerza en la política estadounidense. En las últimas elecciones, la organización gastó millones de dólares para apoyar la elección de Donald Trump, aunque de cara a las presidenciales de noviembre está manteniendo un perfil mucho más bajo.