En varias ciudades del mundo, colombianos y extranjeros también han participado de las marchas convocadas en medio del paro nacional. Aseguran que les preocupan las imágenes de las acciones violentas que se han presentado en el país y señalan que seguirán marchando.
En su casa de Lausana, en el sur de Suiza, Diana López termina de elaborar una pancarta en la que se lee “en la distancia estamos con ustedes”.
Desde hace varios días y luego de tramitar algunos permisos ante las autoridades de la ciudad, ella y al menos un centenar de colombianos han salido a marchar.
“Nosotros sí estamos con el pueblo y con las personas que se están manifestando de una forma correcta”, asegura la mujer nacida en Cali.
Hace casi 20 años Jackeline Rodríguez salió de su natal Quibdó. En Paris, donde vive hoy, ha participado de todas las marchas que un reconocido grupo de paisanos han organizado.
Asegura Rodríguez que se trata de la “Asociación de colombianos residentes en Paris que informan de los sitios de las marchas por medio de Whatsapp y Facebook y no solo son colombianos los que hemos participado de las marchas, también han sido franceses”.
Cerca del mar en el sur de España, decenas de colombianos se reúnen en la plaza central de Málaga para marchar.
Kike Sánchez, un locutor que llegó a territorio español a principios de 2000, dice que “la gente hace carteles y nadie les dice lo que tienen que poner, no hay ninguna influencia simplemente están motivados por lo que han visto a través de los medios de comunicación”.
En redes sociales los colombianos que salieron del país publican las fotografías de las marchas que han protagonizado.
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Aseguran que es una forma de mostrar que están conectados con sus familiares y compatriotas.
“Desde lejos se sufre más porque uno tiene familiares y sientes ese amor por tu patria a pesar de que alguna vez una salió de Colombia, el país está en el corazón”, puntualiza Jackeline Rodríguez.
Las manifestaciones en el exterior, en las que participan desde niñas y niños que apenas caminan hasta personas mayores de 70 años, han sido pacíficas y sin la intervención de las autoridades en cada país.