“Las mujeres tenemos una gran responsabilidad y la necesidad de capacitarnos día a día. Yo soy madre soltera y cuidadora de mi padre enfermo, tomé el emprendimiento como una forma de vida y no creo que lo abandone”.
Son 40 las mujeres emprendedoras que recibieron formación y acompañamiento a sus iniciativas con la intención de potenciar sus capacidades y fortalecer los productos o servicios que ofrecen. Este ciclo de formación se da gracias a la alianza entre ONU Mujeres, la Alcaldía de Medellín a través de la Secretaría de las Mujeres y el Gobierno Nacional con la estrategia GEMA (Generación de Empleo y Emprendimiento, mujeres activas).
El objetivo del proceso es acompañar iniciativas de empoderamiento económico y estrategias de negocios de reactivación socioeconómica de las mujeres en el marco de la pandemia. De manera virtual se realizó el diagnóstico de las iniciativas y las sesiones de entrenamiento en modelo de negocios.
Para la secretaria de las Mujeres, Juliana Martínez Londoño “alternativas como las que ofrece esta alianza entre Onu Mujeres, Gobierno Nacional y Alcaldía permiten avanzar en la autonomía económica de las mujeres, que ellas se sientan seguras sobre su proceso y lo perfeccionen”.
Las 40 mujeres emprendedoras construyeron el documento canvas o lienzo para modelo de negocios en la primera fase de formación, los mejores 15 fueron seleccionados para recibir acompañamiento individual de fortalecimiento.
Alina Quirama tiene un emprendimiento de dulces saludables para personas diabéticas, llamado Algarrovida. El modelo de negocio que desarrolló en la primera fase fue seleccionado para continuar el acompañamiento individual. Sobre el proceso, cuenta que “ha sido excelente, pude hacerlo bien hecho, a conciencia, las emprendedoras tenemos que educarnos constantemente, no somos producto terminado, tenemos que capacitarnos para avanzar”.
Según ONU Mujeres, invertir en el empoderamiento económico de las mujeres contribuye directamente a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo. En este sentido, Alina reconoce que “las mujeres tenemos una gran responsabilidad y la necesidad de capacitarnos día a día. Yo soy madre soltera y cuidadora de mi padre enfermo, tomé el emprendimiento como una forma de vida y no creo que lo abandone”.
En la siguiente etapa de formación del programa, Alina pondrá en ejecución con asesoría personalizada, un plan de trabajo para fortalecer su emprendimiento y continuar aportando al sostenimiento de su familia y endulzando saludablemente la vida de sus clientes. “Estoy muy feliz, cuando me dijeron que había ganado fue una alegría muy grande, mi niña y yo brincamos de felicidad”.