Para fortalecer las capacidades y los conocimientos de los grupos poblacionales, así como ampliar sus herramientas y oportunidades para desarrollar los proyectos de vida, la Alcaldía de Medellín lideró procesos de formación en distintas áreas dirigidos a más de 64.100 personas durante 2020.
La Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos brindó formación técnica, talleres, cursos, seminarios presenciales y virtuales, que no se frenaron durante la pandemia y que incluyeron áreas como Sistemas, gastronomía, comunicación, confecciones, disposición de residuos, marketing digital, emprendimiento y servicio al cliente, entre otras.
Entre los beneficiarios hubo madres cabeza de hogar, jóvenes, habitantes de calle, personas en ejercicio de prostitución, familias, migrantes y ciudadanos con discapacidad.
La Escuela para la Inclusión formó a 404 personas en competencias básicas, ciudadanas y laborales, además les dio herramientas en comunicación no verbal, creatividad e innovación, creación de redes sociales, participación ciudadana, consejos básicos de fotografía, ortografía y redacción. Otras 43 fueron certificadas en aspectos de Sistemas, marketing digital para emprendedores, emprendimiento y uso de plantas aromáticas y medicinales.
Con el Equipo de Seguridad Alimentaria y Nutricional se dictaron 19.120 talleres para 58.998 personas en temas como alimentación y hábitos saludables, recetas económicas, control social al Programa de Alimentación Escolar (PAE), huertas y sistemas agroalimentarios, emprendimientos, fortalecimiento comunitario y comercialización, entre otros.
A través de la Unidad de Niñez, 2.570 personas estuvieron en seminarios, encuentros formativos y cursos sobre derechos sexuales y reproductivos, prevención y mitigación del consumo de sustancias psicoactivas, prevención de las violencias sexuales, participación y ciudadanía en niñas, niños y adolescentes, y rutas de atención y prevención de la explotación sexual comercial. Para fortalecer sus unidades productivas, 401 beneficiarios recibieron cursos complementarios, en alianza con el Sena, sobre manipulación higiénica de alimentos, servicio al cliente, emprendimiento innovador, cocina colombiana, confecciones, inglés básico, bisutería y manualidades.
“Es fundamental contar con estos espacios formativos porque, así, podemos acercar oportunidades a los ciudadanos beneficiarios de nuestros programas y proyectos, de modo que puedan mejorar su calidad de vida, ampliar sus conocimientos y adquirir nuevas herramientas que contribuyan con su autogestión”, dijo la secretaria (e) de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, Sandra Muñoz Mejía.
Desde el Equipo de Discapacidad, 78 personas de las comunas 2-Santa Cruz, 3-Manrique, 5-Castilla, 6-Doce de Octubre, 7-Robledo, 8-Villa Hermosa, 10-La Candelaria, 11-Laureles/Estadio, 12-La América, 14-El Poblado y el corregimiento San Antonio de Prado, se certificaron en Lengua de Señas, lo que les permitió superar las barreras que les impedían interactuar con familiares y amigos que tienen discapacidad auditiva.
En cabeza de la Unidad Familiar Medellín, 17.713 hogares recibieron acciones educativas para fortalecer sus capacidades, mejorar las dinámicas y promover el buen trato, mientras que 715 personas en riesgo o en condiciones de desarraigo de sus núcleos familiares, comunitarios y sociales, se capacitaron para afianzar, restablecer y fortalecer vínculos con sus redes de apoyo. Además, 102 beneficiarios obtuvieron certificado en Excel y 191 participaron en formación en gestión comercial y telemercadeo, venta de productos y servicios, manipulación de alimentos, servicios generales, atención al cliente e instalación de redes de telecomunicaciones, gracias a la articulación con entidades académicas y empresas públicas y privadas.
550 ciudadanos de las modalidades del Sistema de Atención para el Habitante de Calle Adulto tuvieron formación y certificación: algunos se graduaron como bachilleres académicos, otros de cursos y talleres ocupacionales, otros más culminaron con éxito sus procesos de resocialización y el resto logró su reintegración familiar y/o laboral.
Adicionalmente, 58 mujeres y hombres en ejercicio de prostitución se certificaron por culminar satisfactoriamente su proceso en el proyecto Por Mis Derechos, Equidad e Inclusión, en el que acudieron a cursos y talleres de Sistemas, decoración navideña, maternidad y fortalecimiento de lazos familiares, que ahora les permiten buscar nuevas opciones laborales y para sus proyectos de vida.