
La vicepresidenta, Francia Márquez, rechazó el secuestro de un menor de 11 años ocurrido en zona rural de Jamundí (Valle del Cauca) y exigió su liberación inmediata.
“No podemos permitir que el horror de este conflicto irracional en el que los violentos tienen sumida a Colombia toque a nuestros niños, que son esperanza y futuro de la nación. La vida es sagrada y la libertad de cualquier ser humano no es negociable, mucho menos tratándose de un menor de edad. Les pido a los organismos de seguridad hacer todos los esfuerzos posibles para que este menor regrese sano y salvo lo más pronto posible con su familia y a los organismos de derechos humanos, tanto a nivel nacional como internacional, alzar su voz en condena de este hecho”, dijo la Vicepresidenta en un comunicado.
Francia Márquez agregó que: “un país que no sea capaz de garantizarle a sus niños un futuro de esperanza y paz está condenado al fracaso. Tenemos que seguir trabajando por la paz”.
Por su parte, la iglesia católica en Cali exigió a los secuestradores del menor de 11 años, que lo liberen y lo regresen al seno de su familia. El arzobispo de Cali, monseñor Luis Fernando Rodríguez, exigió que quienes hayan secuestrado al niño de 11 años, en el corregimiento de Potrerito, el pasado sábado 3 de mayo, recapaciten, y no condenen ni expongan a este niño a la pérdida de su libertad y a la separación de su familia. Y que tampoco hagan lo mismo con los familiares del niño, pues «ellos también se sienten secuestrados y sin paz».
En un comunicado expedido, el arzobispo de Cali, asegura que la Iglesia, experta en humanidad, como lo está haciendo en otros lugares de nuestro territorio, se pone a disposición para colaborar en la liberación de este niño de manera inmediata.
La Policía desplegó una operación conjunta con la Fiscalía para dar con el paradero del menor y lograr su pronta liberación.
El hecho ocurrió hacia las ocho de la noche del sábado cuando el menor fue interceptado por hombres armados mientras salía con su madre de un centro religioso, según información de la Policía.
El director de la Policía, general Carlos Fernando Triana, calificó el secuestro como “un crimen de lesa humanidad y una afrenta contra la niñez del mundo”.
Triana aseguró que “todas las capacidades institucionales” están volcadas en su búsqueda.
“¡Indignación nacional! Condenamos el secuestro de un niño de 11 años en Jamundí y exigimos respeto absoluto por su integridad y su inmediata liberación”, expresó el oficial en su cuenta de X.
La Gobernación del Valle del Cauca, por su parte, ofreció una recompensa de hasta 200 millones de pesos, por información que permita dar con su paradero.
La gobernadora Dilian Francisca Toro, pidió la mediación de la Iglesia, la Cruz Roja y la Misión de la ONU en Colombia para lograr la liberación del menor: “¡Los niños no se tocan!”, escribió la mandataria regional en su cuenta de X.
Aunque ningún grupo armado se ha atribuido el hecho, en Jamundí tienen presencia grupos de las disidencias de las Farc que mantienen disputas por el control territorial y rutas del narcotráfico con bandas criminales, lo que ha incrementado los niveles de violencia en esa región.