El presidente, Gustavo Petro, declaró el estado de conmoción interior y emergencia económica por la ofensiva que ha emprendido la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra una disidencia de las FARC en la región del Catatumbo, que deja más de 80 muertos.
«Se declara el estado de conmoción interior y el estado se emergencia económica. Espero del poder judicial su apoyo», expresó el mandatario en la red social X.
Petro le dijo además al ELN que «la revolución solo se puede hacer con el pueblo y sin violencia». «Es la paz la bandera revolucionaria porque es la bandera de la vida (…) El copamiento militar siempre se desarrollará con la transformación económica de las regiones bajo violencia», señaló el mandatario.
Los enfrentamientos han dejado unos 80 muertos, más de 20 heridos y más de 11.000 personas desplazadas, principalmente hacia las cabeceras urbanas de Cúcuta, Ocaña y Tibú, ciudades de Norte de Santander, departamento al que pertenece el Catatumbo.
El presidente puede decretar el estado de conmoción interior, según el artículo 213 de la Constitución, «en caso de grave perturbación del orden público que atente de manera inminente contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado, o la convivencia ciudadana, y que no pueda ser conjurada mediante el uso de las atribuciones ordinarias de las autoridades de Policía».
Esta medida puede ser declarada por un término no mayor de noventa días, prorrogable por hasta por dos períodos de la misma duración, el segundo de los cuales requiere concepto favorable del Senado.
Con esta declaración, «el Gobierno tendrá las facultades estrictamente necesarias para conjurar las causas de la perturbación e impedir la extensión de sus efectos».
«Los decretos legislativos que dicte el Gobierno podrán suspender las leyes incompatibles con el Estado de Conmoción y dejarán de regir tan pronto como se declare restablecido el orden público», según la Constitución.
El gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, cifró el numero de asesinados en más de 80 y más de 20 heridos, aunque las autoridades aún no han podido acceder a todas las zonas donde ha habido combates.
La violencia ha dejado más de 18.000 desplazados, según cifras reveladas de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
«Desde el 16 de enero por lo menos 18.359 personas se han desplazado desde los municipios de San Calixto, Hacarí, Teorama y Tibú (en el Catatumbo) hacia los municipios de Ocaña, Cúcuta, Tibú y Hacarí, instalándose en albergues temporales y hoteles», señaló la OCHA en una alerta de situación humanitaria.
Igualmente, el organismo señaló que hay alrededor de 1.000 colombianos que se desplazaron a Venezuela «en búsqueda de protección internacional» y «se alerta sobre posibles retornos de población venezolana, lo cual supone un alto riesgo».
«Entre las principales afectaciones, se destacan los ataques contra civiles, entre ellos, firmantes de paz y lideres comunitarios, y hechos como desapariciones, secuestros, homicidios selectivos, atentados, ocupación de viviendas de civiles, restricciones al paso de la misión médica», precisó la OCHA.