Ya llega el Mundial de Fútbol Femenino Sub-20, que tiene a Medellín como una de sus sedes. La ciudad está preparada para este nuevo reto. En el estadio Atanasio Girardot se disputarán 10 partidos, seis de fase de grupos, dos por octavos de final y dos por los cuartos de final.
El fútbol femenino: una historia con más tradición de la que pensamos
La historia del fútbol femenino es mucho más extensa de lo que muchas personas piensan. Sus orígenes se remontan -como en el caso del fútbol masculino- a Gran Bretaña. Allí tuvieron lugar los primeros partidos de fútbol femenino en 1880, es decir, hace casi 150 años.
El primer club de fútbol femenino fue fundado en 1894 por Nettie Honeyball, una activista defensora de los derechos de la mujer. En 1970, se creó en la ciudad italiana de Turín la Federación Internacional de Fútbol Femenino, pero para el momento no fue reconocida por la FIFA. Aun así, su labor fue fundamental en el impulso de este deporte; de hecho, ese mismo año, se disputó en Italia el primer Mundial “no oficial” de fútbol femenino., al que le siguió el de 1971 celebrado en México y en el que nuevamente Dinamarca salió vencedora.
Algo similar ocurrió en España, donde solo hasta el año 1983 la Federación Española de Fútbol por fin reconoció a la selección española de fútbol femenino.
Fue en esta misma década, cuando la FIFA, por fin aceptó reconocer el fútbol femenino. Una de las más importantes consecuencias de ello fue la celebración del primer Mundial oficial, el cual tuvo lugar en China en el año 1991. En él, participaron doce selecciones y Estados Unidos fue la campeona. El torneo despertó, una vez más, un gran interés entre el público. Cinco años después, el Comité Olímpico Internacional decidió incluir el fútbol femenino en los Juegos Olímpicos.
El fútbol femenino en Colombia
No se puede negar que el fútbol femenino en Colombia ha experimentado un extraordinario crecimiento a lo largo de las décadas, forjando una historia rica en logros, batallas ganadas a punta de un compromiso inquebrantable. En la medida en que la sociedad colombiana ha evolucionado, el fútbol femenino ha surgido como un vehículo poderoso para la inclusión, la igualdad y la inspiración de generaciones enteras de mujeres apasionadas por el fútbol.
Los comienzos no fueron para nada fáciles. Mujeres como Myriam Guerrero, Margarita Martínez, «Lilo» Zapata y Amparo Maldonado abrieron el camino en Colombia, a pesar de escuchar siempre el mismo cuento: «el fútbol no es cosa de mujeres«.
Esa “frasecita” la tuvieron que oír a lo largo y a lo ancho del mundo, niñas y adolescentes que pretendían practicar el mismo juego que sus hermanos, sus vecinos o sus compañeros de escuela. Sin lugar a dudas, no existe futbolista que haya sacado adelante su carrera en el fútbol femenino que no cite esas palabras como uno de los principales obstáculos para desarrollarse en una disciplina que, desde lo cultural, se ocupó de expulsar mujeres durante décadas.
“Lilo” una pionera del fútbol antioqueño
El nombre de Liliana Zapata, “Lilo” -como todos la conocen- está ligado con la tradición histórica del fútbol femenino colombiano. Su rol como jugadora fue importante, pero su papel como formadora de otras jugadoras ha sido imprescindible. En primer lugar, porque se ocupó de organizar campeonatos desde su propia gestión, buscando recursos, tocando puertas y sin nunca dejar de creer que era posible. Pero sin duda, la gesta que más la llena de orgullo es la conformación del club Formas Íntimas, semillero de grandes jugadoras que hoy nutren el fútbol profesional femenino como Yéssica Muñoz, Mary José Álvarez, y otras como Daniela Montoya, Catalina Usme, Manuela Vanegas, Diana Ospina y Sandra Sepúlveda, que también han pasado por la formación del Club.
Comienzos que no fueron fáciles
Liliana Zapata (L.Z.) fue una de las primeras mujeres colombianas en ver el fútbol como un estilo de vida. Fue capaz de superar los prejuicios de una sociedad machista y de demostrar que el deporte no tiene género y que vivir soñando con un balón no la hace más ni menos mujer.
“Lilo”, como la conocen en Medellín, es una mujer de 56 años que le ha entregado 40 al balompié femenino, primero como jugadora y ahora como dirigente; también hizo parte de laComisión del Fútbol Femenino de la Federación Colombiana de Fútbol.
Ella sueña con seguir abriendo puertas, pero sabe que todo se consigue paso a paso y por eso está convencida de que los logros de la Selección Colombia Femenina en torneos como el Mundial de Fútbol, Copa América y Juegos Olímpicos, entre tantos otros, dejan un registro importante en el camino que debe seguir.
El balón de fútbol “es la varita mágica”
Cuando “Lilo” recuerda sus comienzos en el fútbol, no puede evitar sentir una mezcla de nostalgia. La alegría y una sonrisa se dibujan en su rostro recordando esos momentos. ”A mí me pasó de todo. Inicialmente, porque, cuando el Niño Jesús me traía una muñeca, yo la descabezaba y hacía con ella un balón de fútbol para jugar solita contra la pared. Fue muy difícil; mis hermanos practicaban sin ningún problema el fútbol en las calles, ¡pero ‘a calidosa’ de la casa era yo! Solo que en los comienzos esas preferencias había que ocultarlas; al final, mis papás se dieron cuenta de que esa era una pelea perdida, y decidieron apoyarme, tanto que mi mamá salía conmigo a buscar torneos en los que decidieran que una niña integrara el equipo”.
Ganó su persistencia
Para ella fue muy complicado este gusto por el fútbol en todos sus espacios de vida: la escuela, el colegio y hasta en la universidad. “Pero con persistencia hemos cambiado esa mentalidad. Uno de los objetivos que tengo desde Formas Íntimas es que las jugadoras de ahora no vivan lo que nosotras vivimos y que esta generación tenga lo suficiente, todo lo que a nosotras nos hizo falta hace 20 o 30 años”.
En ese tiempo era impensable que una Selección Colombia estuviera en un mundial o en unos olímpicos, y era más impensable que la Federación las tuviera en cuenta entre sus programas de desarrollo. “Ahora son una realidad -puntualiza Liliana–y hemos ganado un espacio muy importante, aunque aún nos falta muchísimo. Hay que resaltar y enseñar que las mujeres no son menos mujeres porque jueguen fútbol, ni los hombres son menos hombres porque no lo jueguen. Si a mí me ponen a elegir entre un balón y una varita mágica, sin dudarlo diría que el balón. ¡El balón tiene más poder que cualquier varita mágica!”.
¿Qué opina de la evolución del fútbol femenino?
R/ L.Z.: “Gracias a los esfuerzos de muchos, sin duda, se ha avanzado bastante. Eso tiene que ver con que a punta de lucha hemos sido capaces de derribar paradigmas. Hoy ese prejuicio que hacía ver mal a las mujeres que jugaban al fútbol se ha ido cayendo. Afortunadamente las niñas comienzan su práctica a edades más tempranas y eso nos da la oportunidad de fundamentarlas mejor. Hoy es más común ver equipos femeninos con mejor técnica y eso indiscutiblemente nos hace más competitivas, y claro, el apoyo de las federaciones y de la empresa privada en los últimos años también ha contribuido al desarrollo del fútbol femenino, no en la medida en que quisiéramos, pero sin duda, ha sido un avance digno de reconocer”.
¿Y cómo ve usted que Medellín hoy sea sede del Mundial Femenino Sub 20?
R/ L.Z.: “Esto es un logro enorme, y pasa por el progreso que ha experimentado el fútbol femenino en los últimos años. Los triunfos obtenidos en los eventos que hemos disputado han sido determinantes, el hecho de que hoy tengamos chicas integrando grandes clubes en el mundo también es un factor que contribuye a que los ojos del fútbol se pongan en el país y Medellín por supuesto, ha estado siempre a la vanguardia de este desarrollo del fútbol femenino, así que no es casual ni es gratuito que nuestra ciudad reciba el evento de fútbol más importante que se celebra en el mundo. Ojalá la gente acoja masivamente este torneo, es una bonita oportunidad para que las familias vuelvan a los estadios y respalden este evento de ciudad. Les aseguro que los que asistan van a salir enamorados del fútbol femenino”.
Medellín está lista para “sacarla del estadio”
Desde el 23 de junio del 2023, fecha en que la FIFA designó a Colombia como sede del Mundial Femenino Sub-20, el gobierno distrital de Medellín decidió asumir el reto para organizar con éxito el segundo torneo más importante dentro del fútbol femenino a nivel mundial. La ciudad, que albergará 10 partidos en el estadio Atanasio Girardot, se prepara para el certamen que arrancará el 31 de agosto. Entre los juegos habrá uno de la Selección Colombia, programado para el 6 de septiembre.
La ciudad “está a punto” para recibir a cientos de visitantes que congregará el Mundial Sub 20
En el “coqueto” Atanasio Girardot se jugarán seis partidos de la fase de grupos el 31 de agosto, el 3 y 6 de septiembre; dos partidos de la fase de octavos de final el 12 de septiembre y dos partidos de los cuartos de final el 15 de septiembre. La Selección Colombia jugará en Medellín en la tercera fecha de la fase de grupos, el 6 de septiembre.
Desde el mes de febrero, expertos del Departamento de Campos deportivos de la FIFA han realizado visitas técnicas para evaluar las condiciones del estadio y hacer las mejoras necesarias. Dentro de las exigencias hechas por esa entidad se destacan la adecuación de un área específica, como centro de control operativo para el personal de la organización, donde se gestionará el desarrollo del evento; además, se habilitará la zona para unidades móviles de televisión y se hará mantenimiento general y adecuación de la zona mixta y de la zona de competencia (en la parte baja del estadio), incluyendo vestuarios que deben contar con las reglamentaciones específicas para el fútbol femenino (baños y vestuarios con puerta completa, entre otras exigencias).
Un conocedor del mundo del fútbol al frente del Mundial en Medellín
Felipe Trujillo Hormaza (F.T.H.) es un hombre del fútbol. Es el gerente del Mundial Femenino sub 20 y cuenta con más de 17 años de experiencia en esta industria, lo que le ha permitido ser presidente de dos clubes profesionales, gerente Deportivo del Deportivo Independiente Medellín, coordinador del Plan Decenal del Comité de Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol y gerente Comercial del Cienciano Fútbol Club de Perú, él tiene hoy la responsabilidad de sacar adelante esta enorme tarea de ciudad y de hacer que Medellín se luzca con la organización del evento orbital.
¿A tan pocos días de que ruede el balón, podemos decir que la ciudad está lista para el “pitazo inicial”?
R/ F.T.H.: “Hemos venido trabajando en todos los frentes que ha exigido la organización. Las adecuaciones en infraestructura ya están a punto, los diferentes comités también están haciendo lo suyo, hemos venido avanzando rápidamente en temas de seguridad, tecnología, escenarios y promoción de ciudad para lograr que Medellín se luzca. Creemos que la experiencia que tiene la ciudad en la organización de grandes eventos, así como la decidida apuesta gubernamental, serán factores clave para garantizar que todo salga de la mejor manera”.
¿Qué beneficios espera la ciudad con la organización del Mundial Femenino Sub 20?
R/ F.T.H.: “Más allá de la visibilidad que representa para Medellín organizar un torneo como este, en términos de derrama económica el evento significa una gran oportunidad para la economía y el turismo en la ciudad. La Administración Distrital calcula que tomando como referencia el informe de la FIFA sobre el Mundial Sub-20 Argentina 2023, en el que se registraron aproximadamente 200 000 visitantes extranjeros, con un gasto promedio diario cercano a los 71 dólares y una estadía promedio de siete días, se proyecta una cifra similar para Colombia y sus tres sedes durante todo el desarrollo del Mundial. Así que calculamos aproximadamente 38 000 visitantes extranjeros y un flujo de 7000 turistas nacionales, para un total de 45 000, con base en la experiencia de los Juegos Suramericanos Medellín 2010. El cálculo preliminar del gasto turístico podría estar alrededor de 21,5 millones de dólares, con una ocupación hotelera que estaría cercana al 80 %; esta, por tanto, es una verdadera oportunidad de crecimiento para la ciudad”.
Una apuesta social que trasciende lo deportivo
Más allá del indiscutible aporte que la realización de este evento orbital dejará para la ciudad, en materia deportiva y de infraestructura, está la huella social que quedará en los medellinenses, especialmente como un factor de motivación para que más mujeres se animen a practicar el fútbol.
Los organizadores del evento buscan dejar un legado social y educativo para las generaciones presentes y futuras. El objetivo es que el fútbol femenino aporte en la erradicación de temas preocupantes como la violencia de género y la violencia sexual en contra de las niñas y mujeres de la ciudad. No cabe duda de que el Mundial Femenino Sub 20 será una poderosa herramienta de transformación social para los habitantes de Medellín.
Es por ello que, previo al certamen, la Alcaldía de Medellín liderará espacios en los que las mujeres serán las protagonistas. Se harán conversatorios con deportistas, jueces deportivas, mujeres barristas y periodistas, sobre su capacidad y liderazgo en este campo.
Si usted se encuentra en Medellín o estará de visita por estos días, prepárese para vivir en familia una verdadera fiesta futbolera de altísimo nivel. Las boletas se comprarán digitalmente, por medio de la página FIFA.com/tickets.