Ver caminando a personas por la vía que comunica a Cúcuta y Bucaramanga ya se ha vuelto parte del paisaje, grupos de decenas de venezolanos a diario a traviesan este corredor vial con la misión de encontrar mejores posibilidades en Colombia o en otro país suramericano.
Tales imágenes fueron erradicadas del paisaje con la llegada de la pandemia por el coronavirus, pero tras la reactivación de los diferentes sectores, los caminantes del continente han dicho presente por las carreteras del país.
“No sé qué día es ni donde estamos, lo único que sé es que vamos bastante cansados, estropeados, durmiendo en la calle”, manifestó a Blu Radio un migrante que viene descendiendo del páramo de Berlín con rumbo a la capital de Santander.
«Los migrantes están regresando a Colombia atravesando el páramo de Berlín, zona ubicada sobre la vía entre Cúcuta y Bucaramanga. Llegan con niños y grandes maletas donde traen su ropa y sus cosas para acampar en cualquier lugar de la carretera», señaló al mismo medio Salustiano Pinzón, líder comunitario del barrio Morrorico de la capital santandereana.
Frente a este nuevo éxodo, la Alcaldía de Bucaramanga activó un plan de atención para brindar ayuda humanitaria a las personas que están llegando a la ciudad.
“Tenemos un área segura con alimentación, entre otras cosas, para que niños y niñas de la población que se encuentran en tránsito reciban ayuda durante algunos días en la ciudad, para que tengan un entorno seguro donde pasar el día”, explicó Natalia Durán, secretaria de Desarrollo Social de Bucaramanga.
Sobre la vía hay dispuestos diferentes campamentos en los que estas personas reciben diferentes ayudas, comida y hospedaje, para luego seguir un camino cuya prueba es difícil, pero la prefieren antes de pasar necesidades en su país.