Uno de los grandes desafíos de la cotidianidad es el cumplimiento de las tareas diarias trazadas en diferentes aspectos de la vida, por esta razón, generar habilidades y capacidades para que el cerebro funcione y trabaje con la información que va recibiendo a través de los cinco sentidos, se convierte en una prioridad para niños, jóvenes y adultos.
Esto se define como rendimiento mental, el cual, se desarrolla desde antes de nacer y continua a medida que la persona se expone a diferentes etapas de la vida y entornos.
Dentro de las principales componentes que ayudan al rendimiento mental se puede destacar la atención como capacidad de interactuar eficientemente con el medio ambiente, la memoria como la capacidad de almacenar información en nuestro cerebro, y de hacer uso de ella en un periodo de tiempo. Sus componentes ayudan al desarrollo verbal, a la comprensión y al habla, lectura y escritura.
Así mismo, el rendimiento mental es fundamental en funciones ejecutivas como la toma de decisiones y el autocontrol.
- Aumentar el consumo de la Vitamina B5
La vitamina B5, también conocida como ácido pantoténico, es un agente clave para el metabolismo de las grasas, carbohidratos y proteínas para obtener energía. Contribuye el rendimiento mental y ayuda a mantener la salud.
- Alimentarse de manera balanceada
Lograr una alimentación balanceada contribuye directamente al rendimiento mental. Incluir diariamente todos los grupos de alimentos como las vitaminas, minerales, proteínas y grasa como el Omega 3 ayudan al mantenimiento de todas las funciones cognitivas y la energía del cuerpo.
Teniendo en cuenta lo anterior, una alimentación balanceada junto a actividad física y la practica repetitiva de juegos de habilidad mental como el cubo de Rubik, sudoku, acertijos y juegos de mesa; y actividades que requieran alta concentración ayuda al rendimiento mental y así, contribuir con la atención, memorias y las funciones cognitivas complejas.