La conectividad ha conllevado cambios en la forma en que los colombianos acceden a bienes y servicios, especialmente los financieros. Los datos publicados por el DANE y el MinTIC señalan que para el 2021, el 56.6% de los hogares en Colombia disponían de acceso a Internet; lo que representa un avance importante en la conectividad del país teniendo en cuenta que en el 2011 solo el 23,4% de los hogares contaban con acceso a Internet. Con el auge del sector FinTech -entendido como el uso de tecnologías innovadoras de información y automatización en los servicios financieros- se ha producido un cambio en el uso de la tecnología para el desarrollo de nuevos servicios y modelos de negocio.
La influencia de la tecnología en el sector financiero ha mejorado la experiencia del consumidor en Colombia. De acuerdo con el Banco de la República, en el 2020 en el marco de la pandemia causada por el COVID-19, los servicios digitales financieros permitieron el aumento en la cobertura de los programas de asistencia social lanzados por el Gobierno. De acuerdo con cifras de la entidad, durante el primer semestre del 2020 el número de adultos en el país con cuentas de depósitos digitales se incrementó de 6,0 millones a 10,2 millones.
Según explicó Lorenzo Villegas-Carrasquilla, Socio de la firma de abogados CMS Rodríguez-Azuero, “la tecnología, aumenta la capacidad de proporcionar información financiera a los usuarios, permite la automatización para agilizar las tareas e impulsa las transacciones financieras. Adicionalmente, los consumidores financieros experimentan de primera mano seguridad en sus transacciones, transparencia en sus operaciones y servicios financieros contratados, atención ágil, eficiencia gracias a la automatización de procesos, entre otros.
Estos no solo benefician a las personas naturales que acceden a estos servicios sino también para empresas de todos los tamaños, especialmente las pequeñas y medianas empresas.”
Por otro lado, se ha demostrado que en Colombia el uso de estas herramientas ha contribuido a la disminución del uso del efectivo, lo que contribuye a la disminución de prácticas como el lavado de activos, tráfico de drogas, informalidad y evasión de impuestos. A medida que aumenta la inclusión financiera mediante el uso generalizado de herramientas financieras digitales, el efectivo podría dejar de ser el instrumento de pago más utilizado en Colombia.
Aún así, el acceso a estos productos y servicios, a pesar de los esfuerzos por aumentar su inclusividad, sigue muy limitado, principalmente por barreras sociales y económicas asociadas a la alfabetización digital y educación financiera, sumado a la informalidad. Por lo anterior, Villegas-Carrasquilla añadió “las políticas públicas deben estar dirigidas a contribuir al conocimiento de los colombianos sobre el sistema financiero, así como del ecosistema digital.
Esto permitiría no solo un acceso, sino también una permanencia y uso constante de servicios financieros digitales que requiere de conocimientos básicos respecto de la navegación en páginas web y aplicaciones. De esto depende que se pueda incentivar el uso de estos servicios que benefician al consumidor y la competitividad del país.”
Así como hay aspectos positivos, estos cambios tecnológicos también traen consigo preocupaciones “el consumidor financiero, por ejemplo, se enfrenta a riesgos asociados con la privacidad y seguridad de su información. En tanto el uso de estos servicios requiere el tratamiento de datos personales de los usuarios, una mala gestión de estos procesos podría conllevar a la afectación negativa del consumidor.” recalcó.
De acuerdo con el Banco de la República, la tecnología ha contribuido a incrementar el nivel de penetración financiera de servicios relacionados con pagos y transferencias lo que a su vez contribuye a la competitividad del país. Teniendo en cuenta las cifras de conectividad publicadas por el DANE, el hecho de que los servicios financieros se encuentren disponibles en las casas y teléfonos móviles de los consumidores financieros, fomenta la inclusividad de los servicios financieros en Colombia y su disponibilidad a lo largo del país.