Desde finales de diciembre el país enfrenta un incremento acelerado de casos reportados de covid-19, situación atribuida, especialmente, al aumento de las interacciones sociales por las festividades navideñas, de fin de año y vacaciones, pero, también, a la circulación de la variante ómicron.
«Tal como habíamos anticipado, a enero 2 más del 60% del mapa genómico de COVID-19 en Colombia es dominado por ómicron. Esto implica adaptar lineamientos a características clínicas de la variante», dijo el ministro de Salud, Fernando Ruiz.
Julián Fernández, director de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud y Protección Social, recordó que esta es “una variante que tiene una mayor contagiosidad y una altísima transmisibilidad, dada, entre otras razones, por periodos de incubación más cortos”.
La nueva situación epidemiológica que alerta a Colombia, como ha ocurrido en otros países del mundo, es evidente en algunas zonas del país, principalmente en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali. Sin embargo, se espera que en las
próximas semanas se dé en otras regiones.
“Para ello es muy importante reforzar las medidas básicas de bioseguridad, pero también la protección de la población. Sabemos que esta variante tiene una menor severidad, afortunadamente, y que sus incrementos de casos no se traducen en un incremento significativo en hospitalizaciones y muertes, especialmente en poblaciones vacunadas”, dijo el funcionario.
Asimismo, explicó que las personas que no tengan su esquema completo de vacunación, o las personas de mayor riesgo que no hayan accedido a su dosis de refuerzo, es urgente que acedan a la dosis faltante, ya que no están exentas de potenciales complicaciones asociadas a esta u otras variantes que circulan.
“Hacemos un llamado enérgico a todos los residentes en Colombia, primero, que si no han comenzado su esquema de vacunación, lo hagan, nunca es tarde. Si por alguna razón, por vacaciones no han terminado su esquema, terminen su esquema. Y tercero, accedan a la dosis de refuerzo”, exhortó.
Los intervalos para la dosis de refuerzo están de la siguiente manera: pacientes inmunosuprimidos, 1 mes después de completado el esquema; mayores de 50 años, 4 meses después de completado el esquema; entre 18 y 49 años, 6 meses después de completado el esquema.
El director reiteró que “es clave reforzar las medidas básicas de bioseguridad: el uso de tapabocas en espacios cerrados, evitar aglomeraciones, evitar estar en espacios poco ventilados. Una acción tan sencilla, pero relevante en la casa, como abrir la puerta y las ventanas, puede disminuir el riesgo de contagio.
Recordemos que la transmisión por el aire es muy importante en este virus y que por ello es necesario disminuir nuestra participación en lugares poco ventilados”.
Desafío para los servicios de salud
Fernández señaló que la aceleración de contagios también representa un desafío al sistema de salud, por lo que invitó a acudir presencialmente a los servicios sanitarios solo si hay presencia de signos de alarma, como dificultad respiratoria, fiebre muy alta que no cede, vómitos excesivos, o, en general, cualquier alteración del estado de conciencia o síntoma que haga evidente la necesidad de consultar presencialmente al médico.
En general, la recomendación es no asistir presencialmente a los servicios de salud, para evitar su congestión, y pedir atención domiciliaria o virtual.
“Las pruebas son importantes, pero es mucho más importante el aislamiento temprano. A través del aislamiento temprano evitamos contagiar a otras personas, contribuimos a disminuir la velocidad de transmisión o contagiar a
personas no vacunadas o que están vacunadas, pero con factor de riesgo que podrían ser susceptibles a complicar”, apuntó.