El presidente, Gustavo Petro, ordenó llevar a cabo una actualización de las armas del ejército y adaptarlas al conflicto armado interno en el país, dos días después de que la Contraloría General de la República emitió una alerta acerca de dispositivos militares que se han vencido.
«He pedido, a través del mecanismo de vigencias futuras, modernizar todo el armamento del ejército y su pertinencia en el tipo de conflicto que hay en Colombia. Rapidez y profundidad son fundamentales», escribió en la red social X.
En su mensaje, el mandatario dijo que las fuerzas armadas colombianas deben incorporar «nuevas tecnologías aeroespaciales, matemática cuántica, dominio de ríos, control total de puertos y control moderno de inventarios con Blockchain», que es una base de datos segura y descentralizada que permite tener un control más riguroso del material militar.
La Contraloría General de la República envió una carta al comandante del Ejército Nacional de Colombia, general Luis Emilio Cardozo, para alertar sobre artefactos militares que ya superaron su vida útil, en algunos casos con fechas de vencimiento desde el año 2017, y una posible pérdida de municiones dentro de instalaciones militares.
El ente de control visitó diversas unidades militares, entre ellas las de Tolima, La Guajira y Cesar, donde también encontró municiones no formalizadas, granadas sin seguros y alteración en las series de los fusiles y registros. Esto último «incrementa el riesgo de asignación de munición vencida a las unidades que se encuentran realizando operaciones, así como la pérdida de utilidad de la misma, sin que se tomen las acciones para evitarla», advirtió la Contraloría.
Petro denunció el año pasado la pérdida de más de un millón de proyectiles y municiones del ejército en dos bases militares del país, y advirtió sobre la posible existencia de una red de tráfico de armas al interior de la entidad.