El nuevo procurador general, Gregorio Eljach, prometió priorizar el trabajo en las regiones, el diálogo, el consenso y la protección de la infancia en su primer día en el cargo, en el que reemplaza a Margarita Cabello.
«Durante estos cuatro años lideraré una Procuraduría (Ministerio Público) que sea prodiálogo, prolibertad, prodemocracia, y que ayude a sanar las heridas sociales de Colombia. Una institución que procure superar la polarización, es decir, una Procura-duría», prometió Eljach en su presentación ante los funcionarios y la prensa.
El nuevo procurador fue secretario general del Senado y uno de los postulados por el presidente Gustavo Petro para este cargo, que se encarga del control de los poderes y organismos públicos en términos de corrupción, lo que subrayó será un «objetivo principalísimo».
«Construir consenso implica escuchar con atención, aceptar algo de ellos y ceder algo de nosotros para lograr ese acuerdo que permite solucionar conflictos sociales, dialogar para construir consenso, no hablar por hablar. Se trata de que el diálogo conduzca al consenso y mediante este se puedan resolver conflictos y desacuerdos», aseguró Eljach.
El nuevo procurador también incidió en su compromiso con los sectores sociales más vulnerables, como los privados de libertad, los grupos étnicos, los migrantes o las víctimas del conflicto, y añadió que priorizará la presencia en las regiones más apartadas y la protección de la infancia.
Su antecesora, Margarita Cabello, era el último nombramiento que quedaba de la era de Iván Duque en las principales instituciones colombianas y la única oposición que quedaba de Petro en el propio Estado.
Los jefes de las llamadas ‘ías’ en Colombia, la Fiscalía, la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría, son elegidos por el Congreso de una terna que propone el presidente para un periodo de cuatro años.
Duque nombró a personas muy cercanas y afines en estos cargos, entre ellos Francisco Barbosa, amigo personal del presidente, y la propia Cabello tenía vínculos con el uribismo, la corriente política de derecha del expresidente.
Petro ha optado por algo más de independencia en estos cargos, que han ocupado Luz Adriana Camargo, una reconocida fiscal con amplia experencia en derechos humanos, en la Fiscalía, o Iris Marín en la Defensoría, otra abogada experta en paz y derechos humanos que en los pocos meses que lleva en el cargo ha sido crítica en varias ocasiones con decisiones que ha tomado Petro.