A 15 días del receso legislativo, el Congreso tiene la tarea de discutir varias reformas cruciales impulsadas por el Gobierno. Entre los retos más urgentes están dos reformas constitucionales y una ambiciosa reforma tributaria que busca recaudar 12 billones de pesos.
La reforma política, diseñada para introducir cambios en el sistema político, ha perdido ritmo. Esta semana no logró avanzar en su tercer debate en Comisión I del Senado, lo que pone en riesgo su aprobación. Si no supera dos debates en las próximas dos semanas, quedará archivada, ya que no puede ser discutida en sesiones extraordinarias –las cuales, según dijo el ministro Juan Fernando Cristo, serán necesarias–.
La reforma tributaria es, sin embargo, el proyecto más polémico. A pesar de intensas negociaciones –y de que hoy mismo podría estar radicado el texto para el primer debate–, no hay consenso en el Legislativo y las declaraciones en contra del ministro Ricardo Bonilla podrían enturbiar más el ambiente. De hecho, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, anunció su rechazo al proyecto, argumentando que no es el momento adecuado debido a la caída en el recaudo tributario y a lo que calificó como “un ambiente hostil para la inversión privada” desde el Gobierno.
Las declaraciones provocaron una dura respuesta del presidente Gustavo Petro, quien acusó a Cepeda de poner en riesgo la estabilidad económica del país. La postura de Cepeda es clave, pues integra una de las cuatro comisiones económicas por las que tiene que pasar el proyecto. También porque fue importante en el hundimiento del presupuesto de 523 billones de pesos presentado por el Gobierno, situación que obligó al Ejecutivo a radicar esta ley de financiamiento.
Del recaudo proyectado en la iniciativa, 5,3 billones provendrían de adelantar la implementación de la regla fiscal del 2026 al 2025. El resto vendría de poner a pagar impuestos a las plataformas de apuestas por internet, de aumentar el impuesto al carbono y a la venta de vehículos híbridos.
Al poco ambiente en el Congreso hay que sumarle las críticas del Consejo Gremial y de su vocero, Bruce Mac Master. “Al aumentar la carga tributaria y generar incertidumbre se podrían frenar la inversión y el crecimiento, lo que a la larga perjudicaría a todos los sectores de la economía”, dijo.
Desde el Gobierno, que ya anunció recortes de 28,4 billones de pesos, afirman que es necesario sacar adelante la reforma. “Yo creo que la ley se necesita porque el país requiere de esos recursos. Si no se consigue va a ser grave y el dólar se va para el techo”, señaló Jairo Orlando Villabona, director de la Dian.
Otros proyectos avanzan de manera paralela. El Gobierno espera tener lista para febrero la reforma de la salud, mientras que la ley ordinaria de jurisdicción agraria –clave para echar a andar definitivamente ese tribunal– podría superar su primer debate antes del receso. Asimismo, el tercer debate de la reforma laboral en el Senado está en la agenda, aunque los tiempos legislativos hoy son limitados.