“Donde hubiéramos tomado esa curva, no estaríamos ninguno», mencionó uno de los sobrevivientes del accidente de un bus en los Pirineos de Francia. En el vehículo se movilizaban 47 personas, de las cuales 31 eran colombianos. Dos personas murieron.
Los pasajeros habían pagado un viaje de España a Andorra para hacer compras a propósito del Black Friday. Tenían planeador regresar a su país; sin embargo, el bus tuvo problemas en los Pirineos Orientales de Francia, cerca del municipio de Porté-Puymorens.
Helicópteros y decenas de autoridades se desplegaron en la zona para rescatar a los heridos tras el siniestro que ocurrió en la noche del primero de diciembre.
«Yo estaba sentado en los asientos delanteros con mi familia, incluido mi tío, que resultó gravemente herido. Vi al conductor intentando frenar y cambiar de marcha, pero pudimos ver que había un problema con los frenos», dijo uno de los pasajeros en charla con el medio francés ‘The Independent’.
El vehículo iba por una carretera con precipicios, por lo cual hubo pánico entre los viajeros cuando notaron que algo estaba fallando.
«Cuando vimos el barranco a la derecha pensamos que era el final. Seguro que fue un problema de frenos y si el conductor no hubiera tenido el reflejo de detenernos contra la montaña seguramente ya no estaríamos. Creo que nos salvó la vida», sentenció otra persona.
Mónica Nieto, una colombiana que vive en España, iba sentada en una de las sillas cerca a la salida de emergencia. En un instante alguno de los pasajeros la alertó. «Lo miré porque sentí una energía rara, entonces, me hizo la seña de ‘nos vamos a matar'», contó.
Ella y los demás se aferraron a las sillas; algunos se ubicaron en posición fetal sin saber qué exactamente ocurría: «Era una montaña, donde ese señor no se estrelle ahí, caemos al precipicio. Donde hubiéramos tomado esa curva, no estaríamos ninguno; no había salvación de nada».