Cerca de 30 personas heridas, entre ellas, ocho policías, una patrulla atacada y daños materiales en la infraestructura física del estadio Pascual Guerrero y alrededores, hace parte del primer balance que dieron las autoridades, tras los desmanes que se presentaron en la noche del domingo 15 de diciembre, a pocos minutos de finalizar el compromiso entre América de Cali y Atlético Nacional, por la final de la Copa BetPlay.
“Ocho policías fueron lesionados, seis de ellos ya fueron dados de alta y al menos dos continúan en observación médica”, indicó el coronel Germán Manrique, subcomandante de la Policía Metropolitana de Cali.
Agregó el oficial, que por estos hechos se abrió una noticia criminal, con el fin de que las personas que causaron los desmanes respondan ante la justicia, tanto por los daños presentados en el estadio, como las lesiones de los uniformados afectados y daños a vehículos institucionales.
“La seccional de Investigación Criminal adelanta toda la recolección de elementos materiales probatorios. De igual forma, se anuncia una recompensa de hasta 30 millones de pesos para poder ubicar a los responsables de estos hechos y de 50 millones para la persona que manipuló un artefacto pirotécnico en contra de nuestras unidades”, anunció el oficial.
Además, llamó la atención al considerar que los compromisos pactados en la Comisión Local de Fútbol fueron en gran parte incumplidos.
Aunque la Policía intentó detener la situación, evitando que los hinchas llegaran a la gramilla del estadio y continuar el partido que ya avanzaba en el minuto 85, las intimidaciones avanzaban y por la seguridad de los jugadores el partido tuvo que ser suspendido, en medio de la tristeza y las lágrimas de los jugadores de los ‘Diablos Rojos’, que se despedían de la primera Copa, al intentar remontar al equipo antioqueño.
El conjunto de la visita, por su parte, debió salir en tanquetas de la Policía, debido a los disturbios que se generaron en el estadio Pascual Guerrero y alrededores.
En redes sociales se viralizó un video en el que se encuentran los jugadores del conjunto verdolaga, resguardados en uno de los vehículos de las autoridades, con el trofeo de la Copa BetPlay.
«¡No vaya a coger un semáforo… no frene!», son algunas de las palabras que los jugadores, entre bromas, y con algo de tensión, hacen mientras se movilizan en uno de los vehículos. De fondo se escuchan disturbios y algunas detonaciones.
Se espera la cuantificación del valor de los daños, tanto en el interior del estadio Pascual Guerrero como en sus alrededores. Se está a la espera de las sanciones que tomen tanto desde la Dimayor, como las autoridades de Cali, por los delitos que se cometieron.
La difícil situación en el estadio Pascual Guerrero, que se derivó a buena parte de la ciudad, llevó al alcalde de Cali, Alejandro Eder, a ofrecer una recompensa hasta de $ 30 millones por información que permita dar con el paradero de los responsables de los desmanes en la noche del domingo.
«Ofrecemos una recompensa de hasta $ 30 millones de pesos a quien brinde información que permita identificar y judicializar a los responsables de los actos violentos en el Pascual Guerrero. ¡No permitiremos que estos hechos queden impunes! Comuníquese a la línea multicrimen 314 358 7212 o con la @PoliciaCali», anunció en su cuenta de X.
Es por eso que las autoridades publicaron un cartel de delincuentes que han podido identificar.
Y agregó: «El fútbol debe ser una fiesta para las familias, no un escenario de vandalismo y agresión. ¡El deporte no puede ser rehén de la violencia!».