Medellín nutre a los menores de edad para ayudarlos a crecer sanos

Una tienda ubicada en el barrio La Avanzada de la comuna 1, Popular, fue el punto de encuentro elegido por Adaluz Suárez Pino para encontrarse con el equipo del programa Nutrir para Sanar, Sanar para Creceruna iniciativa con la cual la Administración Distrital de Medellín busca combatir la desnutrición aguda en la primera infancia.

Con una sonrisa tímida que refleja su personalidad calmada y pausada, esta joven madre de seis hijos, desplazada y oriunda del municipio de Caucasia; esperó a la nutricionista y al médico del programa para guiarlos hasta su vivienda con el objetivo de realizarle seguimiento a su hijo menor: Andrés Felipe Regino Suárez, un bebé de 22 meses de edad diagnosticado con desnutrición.

El hogar de Adaluz y sus hijos está ubicado en uno de los puntos más altos y periféricos de la ciudad. Un arduo ascenso trazó la ruta de los profesionales quienes con un equipo antropométrico al hombro (herramienta para realizar el diagnóstico nutricional para valorar el tamaño, proporciones y composición del cuerpo humano) y las raciones alimentarias en brazos, emprendieron el recorrido.

Con trayectos cada vez más empinados y algunos tramos complicados, lograron subir los más de 150 escalones que pusieron a prueba su movilidad, les exigieron maniobras cuidadosas para esquivar y dar el paso a las personas que se cruzaron en el sendero. Superados todos los obstáculos del camino, el territorio les ofreció como recompensa una espléndida vista de Medellín, con panorámicas de sus montañas en el horizonte y como telón de fondo los cerros El Volador y El Picacho.

Paredes de madera y techo con tejas de fibrocemento encuadran una habitación y un baño con los servicios básicos de agua y luz. Un lugar que se ha convertido en el refugio seguro para Adaluz, Andrés y tres de sus cinco hermanos: Meiser David, Jhon Heraldo y Luz Kimberly.

En una de las tres camas de la vivienda, sonriente y juguetón estaba Andrés Felipe, el dueño de unos tiernos, expresivos y muy ágiles ojos. Él era el objetivo a conquistar en la cima del recorrido.

El médico midió su cabeza, brazos, revisó su talla, lo pesó y evaluó su condición física. Por su parte, la nutricionista realizó consejería nutricional con recomendaciones precisas para mejorar su alimentación y mantener su salud en un estado óptimo. Al final, la báscula marcó 670 gramos más que la última vez. Ahora su peso era adecuado para su estatura, pasó de 8,54 a 9,52 kilogramos. La victoria por fin estaba asegurada.

Según el informe de seguimiento, Andrés logró superar el riesgo de desnutrición aguda y alcanzar una condición estable. El notable avance es el resultado del acompañamiento y apoyo nutricional que el menor ha recibido durante tres meses por medio del programa Nutrir para Sanar, Sanar para Crecer de Buen Comienzo.

“Gracias a la nutricionista he aprendido muchas cosas. A prepararle bien los alimentos a mi niño y darle el complemento (compuesto por macronutrientes y otros componentes esenciales para su crecimiento). Él se lo toma todo y le encanta mucho”, explica Adaluz.

El descenso

A medida que el médico y la nutricionista se despedían de la familia, la experiencia de la visita resonaba profundamente en sus corazones y la satisfacción del deber cumplido los preparaba físicamente para el descenso.

El compromiso de los 77 profesionales que hacen parte del equipo de Nutrir para Sanar, Sanar para Crecer es el reflejo de una misión que trasciende la consejería nutricional, es una travesía de solidaridad y esperanza. Cada paso dado y cada escalón subido llevan consigo la promesa de brindarles mejor calidad de vida y velar por las oportunidades que merecen las niñas y los niños de la ciudad.

Gracias al trabajo interdisciplinario del programa junto al compromiso y dedicación de familias como la de Adaluz Suárez Pino, hoy es posible encontrar casos exitosos en la recuperación de menores con desnutrición en Medellín.

El arribo al programa 

Andrés y Adaluz hacen parte del programa Buen Comienzo en la modalidad Entorno Familiar. Dentro de los seguimientos que realizan allí a los menores, lograron identificar síntomas de alerta en el niño y por eso fue remitido al Hospital Infantil Concejo de Medellín donde lo internaron debido a un riesgo de desnutrición aguda. Fue así como ingresó al programa Nutrir para Sanar, Sanar para Crecer con una sola premisa: mejorar su déficit nutricional.

Como él, son más de 9000 niñas y niños que están recibiendo el acompañamiento para superar la desnutrición. Esto, de la mano del equipo de profesionales que seguirán llegando a todas las comunas y corregimientos de Medellín con sus equipos a cuestas, con la misión de combatir la desnutrición.

Se estima que, al finalizar el año, alrededor de 18 500 niñas, niños, y mujeres gestantes y lactantes continuarán beneficiándose de esta iniciativa, que promueve el desarrollo integral de la primera infancia y busca cerrar las brechas sociales.

Sobre el programa Nutrir para Sanar, Sanar para Crecer 

Nutrir para Sanar, Sanar para Crecer es un proyecto que forma parte del Plan de Desarrollo Medellín Te Quiere 2024-2027 y busca reducir los niveles de desnutrición en mujeres gestantes y lactantes, así como en niñas y niños desde la gestación hasta los cinco años.

Según datos recientes del Sistema de Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA, 2023), los casos de desnutrición aguda en menores de cinco años pasaron de 506 en el año 2021 a 1207 en 2023. Estas cifras subrayan la necesidad de acciones integrales para abordar la problemática.

Las comunas que reportan las cifras más preocupantes de menores de cinco años con desnutrición aguda identificadas en la ciudad son: Manrique (472), Villa Hermosa (441), Robledo (422), San Javier (404), Popular (400) y Santa Cruz (339).

El objetivo del programa Nutrir para Sanar, Sanar para Crecer es reducir los niveles de desnutrición aguda a través de estrategias articuladas inter y transectoriales en niñas y niños en primera infancia. Para lograrlo acompaña a los hogares con estrategias integrales, identificación, valoración, acompañamiento físico y raciones alimentarias según las necesidades y además suministra un complemento diseñado especialmente para mejorar las condiciones nutricionales.

El programa se desplegará por toda la ciudad y brindará atención tanto a las niñas y niños que forman parte de Buen Comienzo, como a aquellos que no están institucionalizados. A través de visitas a las casas de las niñas y niños reportados con riesgo por SIVIGILA, de eventos y movilizaciones, se convoca a las familias para realizar mediciones de peso y talla con el fin de detectar posibles deficiencias nutricionales.

Los hogares interesados en una evaluación para sus hijas o hijos pueden solicitarla a través de la línea de atención 604 385 55 55, extensión 9896.