Crímenes como el de Sofía Delgado Zúñiga, un flagelo que no para de crecer en el país

Tras estar 18 días desaparecida, las autoridades encontraron el cuerpo sin vida de la menor Sofía Delgado Zúñiga, de 12 años, a quien se le había perdido el rastro el pasado 29 de septiembre en el corregimiento de Villagorgona, en el municipio vallecaucano de Candelaria. Según las autoridades, los restos de la menor fueron encontrados enterrados en una zona de cañaduzales en la vía entre Candelaria y Florida.
Por el atroz caso, ya se capturó al confeso asesino, quien había salido libre de un proceso por acto sexual con menor de 14 años.
El homicidio de la menor es el reflejo de la alarmante cifra de los crímenes contra esta población en Colombia. Según Medicina Legal, entre enero y agosto de este año se registraron 375 homicidios de menores en el país, solo 18 menos de los documentados en el mismo periodo de 2023, cuando fueron 393 casos.
Estos asesinatos se concentran en los menores entre 15 y 17 años, que sumaron 298 casos en lo que va del año; esto es, cuatro de cada cinco (el 79,5 por ciento). Le siguen los niños y niñas con edades entre los 10 y 14 años (38 casos); aquellos entre 0 a 4 años (24 casos); y por último, el grupo de menores entre los 5 y 9 años, con 15 casos. Lo anterior da cuenta de que, por ciclo vital, los adolescentes representan la mayoría de estos hechos (329), seguido de la primera infancia, con 25 casos, e infancia (21).
El departamento más afectado por este tipo de crímenes es Valle del Cauca –donde se registró la desaparición y el asesinato de Sofía Delgado–, con 86 reportes. Después aparecen Atlántico, con 32 homicidios, y Antioquia, con 31. Bogotá contabiliza 25 asesinatos (ver gráfico).
Pero los homicidios no son las únicas cifras que tienen en alerta a las autoridades. Otros tipos de violencias contra niños y adolescentes también tienen puestos los reflectores en los menores, aunque las estadísticas con relación al mismo periodo de 2023 revelen una leve disminución.
De acuerdo con el informe de Medicina Legal, entre enero y agosto de este año hubo 5.256 casos de violencia interpersonal, frente a los 5.693 del mismo lapso de 2023. Ahora bien, con relación a la violencia intrafamiliar se tiene que en los primeros ocho meses hubo 5.838 hechos, delito que se ha incrementado 29 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se registraron 4.514 casos.
Frente a los exámenes médicos por presunto abuso sexual, el periodo analizado arroja 11.871 casos, una caída de 8 por ciento frente al 2023, que tuvo 12.899 diligencias de este tipo.
En medio de este panorama, y a propósito del caso de la menor Sofía Delgado, la defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, recordó “la vulnerabilidad extrema que enfrentan los niños, niñas y adolescentes en el país, quienes como sujetos de especial protección deben estar en el centro de los esfuerzos de seguridad”. Además, hizo énfasis en el deber de cuidar la vida de los menores.
“Es nuestra responsabilidad que crezcan en entornos en donde se les proteja, donde puedan desarrollarse plenamente y sin temor a ser víctimas de violencia. Cada caso de este tipo es un fracaso nuestro como sociedad y debemos actuar con urgencia y con firmeza”, señaló. Marín pidió a las autoridades judiciales esclarecer los hechos para que hayan consecuencias ejemplares para los involucrados. “Se tiene que enviar un mensaje a la sociedad de que estas situaciones no se pueden tolerar”, aseveró.
Conmoción en el Valle
Entre tanto, sigue la indignación por el crimen de Sara Sofía. Lo que más deseaban los familiares de la menor de 12 años y todo un departamento y un país conmocionados por su desaparición, hace ya más de dos semanas, era encontrarla viva. Pero, finalmente, su cuerpo sin vida fue hallado ayer en un cañaduzal, en el corregimiento La Regina, en inmediaciones de la vía que conduce del municipio de Candelaria a Florida, en el sur del Valle. Aunque la identificación plena aún no es oficial, la Policía informó que las pruebas de ADN realizadas a los restos óseos hallados corresponde en un 99,9 por ciento con las muestras aportadas por la familia.
En el corregimiento de Villagorgona, donde se le perdió el rastro, a los padres –Cristian Delgado y Lady Zúñiga– y a sus allegados los embarga hoy la zozobra y el dolor. Fue tal la conmoción por la noticia que hubo disturbios en Candelaria, mientras que las autoridades decretaron tres días de luto por Sofía. Además, ayer se realizó una ‘velatón’ en su memoria.
Dos vecinos de la familia fueron capturados. Ayer se legalizó la captura de Bryan Campo, de 31 años, que además es investigado por presunta violación de la niña Delgado. También ayer, un juez de garantías dejó a su pareja, Evelyn Radas (27 años), en libertad, pero seguirá vinculada al proceso. La mujer había publicado en sus redes sociales los avisos de búsqueda de la niña. “Que aparezca pronto y todo esto se acabe”, decía una publicación.
La pareja tiene una veterinaria y el cotejo de ADN apunta a que la menor estuvo allí y en la casa de ambos. Así lo señaló el coronel Carlos Oviedo, comandante de la Policía Metropolitana de Cali. Hoy se realizará la audiencia de imputación de cargos.
En sus primeras declaraciones, la mamá de Sofía pidió que les caiga todo el peso de la ley a los involucrados. “Es gente mala, gente con máscaras. Que no tienen amor en el corazón, no tienen alma, no tienen corazón”, dijo entre lágrimas tras conocer la trágica noticia.
La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, se solidarizó con la familia. “Todo aquel que es capaz de agredir, maltratar, violar o asesinar a un niño, es un monstruo que debe ser excluido de la sociedad”, enfatizó. Y pidió que se abra el debate sobre la cadena perpetua para este tipo de crímenes.

Un día antes de la desaparición de Sofía Delgado, la niña cuyo cadáver apareció ayer en un cañaduzal de Candelaria, Valle del Cauca, otra menor de edad estuvo a punto de ser secuestrada por el confeso asesino: Brayan Campo Pillimue. Ese es uno de los detalles hasta ahora desconocidos que aparecen en la investigación del crimen que hoy conmueve a Colombia.
Campo, por vencimiento de términos había quedado libre en un proceso penal por acto sexual abusivo contra una menor de 14 años. Desde el 2018, dicho caso no se mueve en la justicia, razón por la cual el señalado depredador volvió a las calles.
Campo y su pareja son dueños de una tienda veterinaria en el corregimiento Villagorgona, donde Sara Sofía desapareció el domingo 29 de septiembre, después de salir a comprar un champú y comida para su perra. Fuentes ligadas a la investigación le dijeron a este diario que un día antes, otra niña llegó a la misma tienda y, según reportó a sus familiares –que después fueron a la Policía–, el hombre cerró el local con la excusa de que le iba a enseñar unos collares para perro y para eso tenía que cerrarlo.
Un golpe de suerte la habría salvado, de acuerdo con el relato que tienen los fiscales. El perro de este hombre salió corriendo y ella aprovechó para hacer lo mismo. Horas después, cuando se conoció de la desaparición de Sofía, la niña habló con sus allegados y les contó lo ocurrido en la tienda, que según fuentes cercanas a la investigación también era visitada por la menor asesinada.
El hallazgo del cuerpo
El miércoles, luego de la intensa búsqueda de Sofía, las autoridades llegaron adonde estaba Brayan Campo, en el municipio vallecaucano de Florida. Ante ellos, el hombre confesó el grave crimen y dio las coordenadas en las que podría estar el cuerpo de su víctima. Un grupo de agentes de la Sijín de la Policía se desplazó a los cañaduzales indicados y se encontró con el cadáver, que por las características preliminares habría sido incinerado.
Los expertos consideran que la abundante presencia de químicos utilizados en la siembra de caña de azúcar, la acción de los animales y las intensas lluvias que han caído en esa región repercutieron en que la mayoría de restos recuperados se limitaran a material óseo.
La causa de la muerte será determinada por el Instituto Nacional de Medicina Legal, pero desde ya se sabe que la Fiscalía, en la audiencia de hoy, a las 11 de la mañana, imputará los delitos de feminicidio agravado y desaparición agravada. Con estos cargos, la pena a la que se expone Campo podría superar los 50 años de cárcel.
Ayer, un juez de control de garantías de Palmira legalizó la captura del confeso asesino, pero dejó libre a su compañera sentimental, quien había sido detenida inicialmente y que seguirá de todos modos vinculada a la investigación.
Las fuentes contaron que la Fiscalía investiga denuncias según las cuales el caso de la niña Delgado no sería aislado en esa zona del Valle.