Amenazado por el repunte en las encuestas de la candidata demócrata estadounidense, Kamala Harris, tras su nominación en la convención del partido, el aspirante republicano, el expresidente Donald Trump ha apretado el acelerador y solo esta semana prevé visitar cuatro estados, varios de ellos clave para la victoria: Virginia, Wisconsin, Míchigan y Pensilvania.
Harris le supera de momento por 3,4 puntos porcentuales en los sondeos a nivel nacional. Según la media de encuestas elaborada por la web FiveThirtyEight, recaba el 47,1 % de las intenciones de voto, una cifra que desde hace semanas se mantiene sin sobresaltos en aumento.
«El 5 de noviembre será el día más importante en la historia de nuestro país», advirtió Trump en la conferencia general de la Asociación de la Guardia Nacional en Detroit (Míchigan), donde subrayó que se lanzó de nuevo a la lucha por la Casa Blanca «para reclamar el futuro de Estados Unidos como una nación libre y soberana gobernada por el pueblo estadounidense».
El exmandatario conservador había hecho una breve parada previa en Virginia para reunirse con la comunidad vietnamita y poner en el cementerio nacional de Arlington una corona en honor a los 13 militares estadounidenses que hace justo tres años murieron en un atentado suicida durante la retirada de Estados Unidos de Afganistán.
La caótica salida de ese país, según Trump, supuso una humillación nacional que provocó el «colapso de la credibilidad y el respeto de Estados Unidos en el mundo» y el origen de otros conflictos internacionales: «Nos dio la entrada de Rusia en Ucrania y el ataque del 7 de octubre a Israel, porque no somos respetados. Hace cuatro años nos respetaban mucho. Ahora no».
Su agenda de esta semana también pondrá su foco en la economía, con un acto en Míchigan este martes, mientras que el viernes, tras un mitin en el estado clave de Pensilvania, se alineará en Washington DC con la asociación Moms for Liberty como invitado de un acto que abogará por empoderar a los padres en la defensa de sus derechos parentales.
«El futuro de Estados Unidos está amenazado como nunca. Nosotros no solo vamos a hacer que Estados Unidos sea grande de nuevo. Vamos a lograr que la democracia estadounidense sea grande de nuevo. (…) Esta pelea ya no es solo entre demócratas y republicanos, sino entre el comunismo y la libertad», dijo este lunes.
En ese mismo acto Trump recibió el apoyo de la excongresista Tulsi Gabbard, antigua demócrata y actual independiente. El viernes había recabado el respaldo de Robert F. Kennedy Jr., que suspendió su propia campaña, aunque dijo que su nombre seguirá presente en la papeleta electoral de la mayoría de los estados. Harris no tiene de momento ningún acto programado hasta el miércoles.
Por séptima vez en lo que va de año, acudirá a Georgia, otro estado clave y en el que Trump le lleva una ligera ventaja de 0,8 puntos, según FiveThirthyEight. Los dos candidatos se verán por primera vez las caras en su debate del 10 de septiembre en ABC, un encuentro que ha sido el centro de críticas cruzadas entre ambos equipos y en el que Trump ha llegado a poner en duda su participación.
La campaña de Harris apuntó este lunes que ha pedido a la cadena que los micrófonos de los dos candidatos permanezcan abiertos toda la sesión: «La vicepresidenta está preparada para lidiar con las constantes mentiras e interrupciones de Trump en tiempo real. Trump debería dejar de esconderse tras el botón de silencio», dijo el asesor Brian Fallon.
El exmandatario criticó a su vez que se quieran cambiar las reglas ya acordadas y no se respete el formato fijado en el primer debate, el 27 de junio, fecha en la que esos micrófonos sí estaban cerrados y que supuso el inicio del fin de la carrera a la reelección de Joe Biden por su mal desempeño en la misma.