La Justicia de Estados Unidos condenó este martes a 45 años de prisión a Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’, por delitos relacionados al tráfico de cocaína, asesinato, secuestro y tortura. La sentencia se acogió a la solicitud presentada por el fiscal del Distrito Este de Nueva York, Breon Peace.
Alias ‘Otoniel’, que ya se encontraba en calidad de extraditado en Estados Unidos desde mayo de 2022, se declaró culpable de trabajar en una organización criminal, conspiración marítima para la introducción de narcóticos en dicho país y conspiración para la distribución de los mismos.
«El acusado se desempeñó como el líder del Clan del Golfo. Desde su posición, fue uno de los mayores distribuidores de cocaína del mundo y aterrorizó a las comunidades que vivían en Urabá, en Colombia», sentencia el documento presentado. Desde el ente acusador estadounidense, afirmaron que Dairo Antonio Úsuga movía toneladas de cocaína por países de Centroamérica y el destino final era Estados Unidos.
Al capo no se le pudo imponer la cadena perpetua porque el acuerdo de extradición recalca que esa pena no existe en Colombia.
Su declaración de culpabilidad incluye los cargos de dirigir una organización criminal y delictiva para tráfico de narcóticos, conspirar para fabricar y distribuir cocaína y conspirar para el tráfico marítimo de esta droga hasta sumar 96,8 toneladas introducidas en EE. UU.
Otoniel, con el traje caqui de los presos y sin separarse de los auriculares con los que siguió la vista, pidió perdón en su última intervención al Gobierno de Estados Unidos, al de Colombia, a las víctimas causadas por el narcotráfico y a sus familiares «por todo» lo que hizo.
Adujo para justificarse que había «crecido en un ambiente de narcotráfico y violencia», pero la jueza Irizarry le respondió que eso no servía como excusa porque también ella, de origen puertorriqueño, había crecido en El Bronx en un ambiente violento y de su barrio salió «mucha gente productiva».
En su momento, Otoniel también aceptó pagar 216 millones de dólares de indemnización y multas que podrían alcanzar los 22 millones de dólares. Una vez haya cumplido su ciclo carcelario, el narcotraficante podría estar cinco años en libertad monitoreada, de acuerdo con la Fiscalía.