Colombia, Venezuela y El Salvador se encuentran entre las crisis de desplazamiento más desatendidas del mundo, según el nuevo reporte del Consejo Noruego para Refugiados (NRC). La insuficiencia de fondos es la principal razón de la inclusión de Colombia y El Salvador en esta alarmante clasificación, mientras que en Venezuela los años de crisis política siguen pasando factura.
La lista anual de las crisis de desplazamiento más desatendidas se basa en tres criterios: financiación humanitaria inadecuada, falta de atención mediática y ausencia de iniciativas políticas y diplomáticas internacionales. Burkina Faso encabeza la lista de las crisis de desplazamiento más desatendidas del mundo, seguida de la República Democrática del Congo. Tanto Colombia como El Salvador son nuevos en la lista de 2022, nunca antes habían sido incluidos en ella.
«La clasificación de Colombia, como la tercera crisis más desatendida del mundo, pone en evidencia el incremento de las necesidades humanitarias a medida que el prolongado conflicto sigue desplazando a miles de personas. Al mismo tiempo, Colombia acoge a cerca de 2,5 millones de personas venezolanas que huyen de la creciente crisis humanitaria de ese país», dijo Giovanni Rizzo, director de país de NRC en Colombia.
«Esta desatención no es inevitable, es una elección. En el país hay 7,7 millones de personas con necesitades humanitarias y es muy preocupante que los donantes internacionales solo financien un poco más de un tercio de los fondos necesarios para cubrir las necesidades más básicas de la población.»
Teniendo en cuenta la magnitud de la crisis, el reporte también destaca la escasa cobertura mediática sobre asuntos relacionados con el desplazamiento en Colombia. También se considera que Venezuela recibe comparativamente poca atención y cobertura de los medios de comunicación, a pesar de ser la quinta crisis de desplazamiento más desatendida del mundo.
«A pesar de algunos acontecimientos recientes y positivos en Venezuela, como la apertura de las fronteras con los países vecinos, millones de personas siguen sintiendo el peso de la desatención. La gente está atrapada en situaciones terribles, debatiéndose entre huir de la violencia o soportar la pobreza extrema, sin saber con certeza cuál será su próxima comida y sin poder pagar el alquiler», dijo Alba Gutiérrez García, directora de país de NRC en Venezuela.
«Las consecuencias de esta crisis multifacética son abrumadoras: se calcula que 7 millones de venezolanos vulnerables han abandonado el país, y muchos han emprendido peligrosos viajes en busca de protección internacional y de un rayo de esperanza para el futuro.»
El Salvador, que ocupa el noveno lugar de la lista, también se enfrenta a una grave crisis humanitaria que permanece relativamente desapercibida en todo el mundo. Al igual que sus vecinos Guatemala y Honduras, la violencia persistente, los recurrentes y extremos eventos climáticos y la pobreza y la desigualdad generalizadas causan necesidades humanitarias en El Salvador.
A pesar de ello y de la situación en Centroamérica, el mundo sigue mirando hacia otro lado, como lo ejemplifica la financiación de los donantes internacionales que apenas aportaron el 27% de los recursos humanitarios necesarios para El Salvador en 2022, lo que convierte a esta crisis en una de las situaciones con menor financiación del mundo.