Es absolutamente grave que en 2022 se hayan muerto 308 niños y niñas menores de 5 años de edad por desnutrición y enfermedades asociadas a la desnutrición, 111 casos más que los registrados en 2021. De la misma forma, en el último año el Instituto Nacional de Salud reporta 21.483 casos de niños y niñas de primera infancia con desnutrición aguda.
Así lo informó el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, quien advierte que “esta crisis exige un mayor compromiso de toda la institucionalidad del Estado para atender a los niños y las niñas que sufren este trastorno alimenticio, pero también a redoblar esfuerzos en materia de prevención”, dijo.
Según el último boletín epidemiológico del Instituto Nacional de Salud (INS), La Guajira es el departamento con el mayor número de muertes notificadas con 85 casos, seguido por Chocó con 35, Cesar con 25, Bolívar 24, Magdalena 23, Valle del Cauca 17, Antioquia 10, Atlántico 10, Meta 10 y Vichada 9.
Resulta todavía más preocupante que, en relación con el año 2021, en todos los departamentos del país se dio un aumento de casos. La Guajira había registrado 41 niños menores de 5 años de edad muertos en 2021, en Magdalena 19, Chocó 17, Cesar 12, Bolívar 9, Antioquia 8, Atlántico 8, Norte de Santander 7, Meta 6 y Nariño 6.
“Las anteriores cifras son los reportes que llegan a las entidades oficiales, sin embargo, el trabajo de nuestros equipos en el territorio advierte situaciones más graves, con un alto subregistro de muertes por desnutrición en territorios tan alejados como en el departamento del Vichada”, agregó el Defensor del Pueblo.
Justamente Vichada es el segundo departamento con las tasas de mortalidad por desnutrición más altas por cada 100.000 menores de 5 años. En primer lugar, está La Guajira con 76 casos, Vichada (65), Amazonas (63), Chocó (60), Cesar (19), Magdalena (17), Guainía (15), Arauca (13), Bolívar (12) y Meta (11).
Existen factores que inciden directamente en la desnutrición: la disponibilidad de alimentos, el consumo, el acceso y el saneamiento básico, condiciones que deben garantizarse en su totalidad para frenar la desnutrición en la infancia y generar escenarios plenos de garantía de derechos humanos.
Es necesario advertir que la desnutrición en los menores de 5 años, tiene graves y prolongadas implicaciones en el desarrollo cognitivo y el crecimiento, e impide un adecuado rendimiento escolar, y dificulta la habilidad para aprender, comunicarse, analizar, socializar y adaptarse. Claramente, la desnutrición tiene afectaciones en los derechos a la educación, la vida digna y la salud.
Desnutrición aguda
El Defensor del Pueblo también hizo especial énfasis a un hallazgo que indica que la mayor cantidad de casos de desnutrición aguda, en niños y niñas menores de 5 años, se han reportado en Bogotá.
“La desnutrición no solo es un tema que debemos atender en territorios alejados, sino que en la misma capital del país hay que movilizar a todas las entidades para prevenir esta difícil afectación en contra de la primera infancia”, afirmó Carlos Camargo.
De los 21.483 casos de desnutrición aguda reportados al 31 de diciembre de 2022, por el INS, en Bogotá se registraron 4.089 casos, es decir, el 19,0%. En segundo lugar está el departamento de La Guajira con 1.954 casos y en tercer lugar Antioquia con 1.951 casos.
Reiterado llamado a las instituciones
La Defensoría del Pueblo reitera al Ministerio de Salud el llamado a seguir trabajando en el seguimiento, identificación, manejo y atención integral de casos de desnutrición en la primera infancia, de acuerdo con lo establecido en la Resolución 2350 de 2020, por la cual se adopta el lineamiento técnico para el manejo integral de atención a la desnutrición aguda moderada y severa, en niños de cero a 59 meses de edad.
“También hacemos un llamado al Gobierno nacional, a las gobernaciones y alcaldías para asegurar y proveer el disfrute pleno de los alimentos adecuados en su territorio, esto implica que se debe garantizar el acceso físico y económico a los alimentos en cantidad y calidad adecuados, para llevar una vida saludable y garantizar así los derechos de la primera infancia”, concluyó Carlos Camargo.