“Le voy a pedir al Ministro de Defensa (Iván Velásquez) que hagamos una reunión con el Consejo de Veteranos, la totalidad de las personas que se han organizado, con el fin de defender los derechos del veterano y la veterana en todas las armas y evaluar el cumplimiento de estas disposiciones legales, antes que nada”.
El anunció lo hizo el Presidente Gustavo Petro este sábado en la celebración del Día del Veterano en la Escuela de Infantería, donde pidió al titular de la cartera de Defensa “la elaboración de una especie de agenda pública para avanzar en los requerimientos, en las solicitudes que desde el Cuerpo de Veteranos y Veteranas se ha realizado a los gobiernos de Colombia”.
En esa reunión, añadió el Jefe de Estado, se debe contar con una evaluación de los resultados y la efectividad de las leyes dictadas en beneficio de los veteranos para “construir una fortísima, una robusta agenda pública que coloca como primera prioridad el bienestar social del soldado, del patrullero, de la patrullera, de la soldado profesional, de los miembros de la Infantería de Marina, de la Armada, de la Fuerza Aérea. Primero, el ser humano”.
En ese sentido, el Mandatario expresó que “lo primero es hacer cumplir estas leyes. Lo segundo es ver si necesitan nuevos objetivos” y enfatizó que “el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, la Policía siempre serán mejores si cuidan integralmente a las personas que participan en ellas”.
La educación
Al respecto, consideró prioritario establecer que “todos los miembros activos, de todas las bases, de todas las armas, puedan acceder a la educación superior”.
La iniciativa, añadió el Presidente Petro, “permitirá asegurar que, una vez se retiren, por cualquier razón, de estas instituciones, serían ciudadanos y ciudadanas con los instrumentos para sobrevivir en esta sociedad de una manera mejor. Eso es fundamental si se quiere hablar de profesionalismo en las armas”.
Para ello, dijo, es importante que “esa educación superior se pudiera dar a dentro de las instituciones”.
También se preguntó: “¿Por qué –como si sucede en Estados Unidos– el hijo o la hija de un veterano y una veterana no pueden ingresar por derecho propio a una universidad pública? ¿Qué impide eso? Es su derecho”.
Incluso, planteó la posibilidad de un banco de la defensa, de primer piso, para que la población que ha pasado por las Fuerzas Militares pueda comprar una casa o montar una empresa.
De la misma manera recordó que muchas de estas iniciativas no solo son una “verdadera manera de que no haya ingratitud”, sino que fueron, igualmente, propuestas de campaña “que no pueden volverse palabras lanzadas al viento”.
Resaltó la ceremonia, en la que se condecoraron a veteranos, pero indicó que “a veces la medalla es importante. A veces la foto, a veces los actos protocolarios, los ritos son importantes. Por eso se realizan. Pero, indudablemente, lo importante está en que se pueda recibir un dinero, en que se pueda vivir con dignidad, en que pueda aparecer una casa, en que pueda haber médicos y médicas atendiendo, en que se pueda tener la dignidad como persona, como ser humano”.
Y al final del acto concluyó que “ojalá podamos llegar, en este país, en donde la guerra eterna no sea indispensable, en donde pueda pasar, definitivamente, largas décadas, yo diría siglos, de la violencia. Ojalá los veteranos no tengan que presentarse aquí, sin sus piernas, sin sus manos, sin las amarguras del corazón que ha dejado, quien sabe, cuantas situaciones intensas, profundas y dolorosas. Ojalá la guerra acabe en Colombia. La violencia acabe en Colombia”.