Con gafas de realidad virtual que ‘sacan’ a los pacientes del ambiente hospitalario para trasladarlos a escenarios de juego, la Fundación Cardiovascular de Colombia (FCV) trabaja para controlar los nervios que producen en los niños las salas de cirugía y los momentos previos a la inducción anestésica.
“En muchos casos los pacientes, incluso entrando con sus padres, sienten un gran temor; sin embargo, con las gafas disminuyen la ansiedad de lo desconocido”, asegura María Constanza Basto, médica anestesióloga cardiovascular de la FCV, sobre esta estrategia que se puede implementar en niños a partir de los cuatro años.
Mientras son preparados para ingresar a la sala de cirugía, los pacientes están inmersos en imágenes de
realidad virtual que los tranquiliza y desconecta de lo que les rodea. “Les ponemos las gafas con un vídeo -que usualmente es de un fondo marino- y como es realidad aumentada, el niño se siente como si estuviera buceando, viendo los peces, los corales y todo lo que puede pasar en el fondo del mar”, explica la anestesióloga.
Este procedimiento inicialmente se usó con pacientes menores que no necesitaban de una cirugía, sino que requerían de sedación para realizarles diversos diagnósticos. Sin embargo, se identificó que también podría tener efectos positivos en esta área y el postoperatorio. “Es importante que los niños no solamente tengan una buena experiencia durante la entrada a cirugía, sino que disminuyan las pesadillas nocturnas que pueden presentarse después, el miedo de volver a un procedimiento, el miedo de volver al médico y el miedo que le genere un hospital”, señala la especialista.
Hasta la fecha, un poco más de diez pacientes en esta área han participado de esta técnica y los resultados han sido exitosos; de hecho, estudian también trabajar con esta metodología en el Hospital Internacional de Colombia y usarlo en otros procedimientos menores como, por ejemplo, retiro de puntos en pacientes pediátricos.