Tras el inicio de la pandemia hemos escuchado aún más sobre la importancia de la hidratación, nos han recomendado mantenernos hidratados y descansar, pero ¿realmente sabemos qué debemos beber o hacer para mantener los niveles adecuados?
La mayoría de las personas piensan que deben mantenerse hidratadas únicamente durante o después de hacer ejercicio, pero aún en esos casos, no reconocen qué líquido es mejor beber para la hidratación, qué cantidad deben tomar y qué pasa con los líquidos comerciales que venden para esto, incluso se cree que es mejor para rehidratar el cuerpo el agua no alcalina al agua común. Por ello, Katherine Zeratsky, dietista diplomada de Endocrinología y Nutrición de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, aborda algunas verdades sobre la importancia de la hidratación.
Por un lado, es importante establecer que la sed no es un indicador útil de hidratación. De hecho, cuando tienes sed, ya podrías estar deshidratado y haber perdido entre el 1 y 2 por ciento del contenido de agua de tu cuerpo. Y con esa pérdida de agua, es posible que empieces a experimentar problemas cognitivos, como estrés, agitación y olvido, por nombrar solo algunos.
En teoría, mantenerse hidratado mejora el estado de ánimo, ayuda al cuerpo a funcionar correctamente y elimina el exceso de toxinas, estrategia para mejorar la salud. Pero a pesar de que es esencial para sobrevivir y que el cuerpo está compuesto por ella en un 60 por ciento, el agua muchas veces es un nutriente olvidado.
Muchas personas reconocen que es importante estar bien hidratado al ejercitarse. Consumir poco líquido puede provocar deshidratación, pero beber mucho también puede causar otros problemas como bajo nivel de sodio en sangre debido al ejercicio o hiponatremia. “El propósito de rehidratarse, ya sea con agua o bebidas con electrolitos, es devolver al cuerpo el líquido que los órganos necesitan para funcionar bien” afirma Zeratsky.
La hidratación no solo es importante al hacer ejercicio, mantenerse hidratado ayuda a equilibrar el correcto funcionamiento del cuerpo. La cantidad de líquido y la frecuencia dependerá de cada persona. La regla general de los médicos es beber hasta calmar la sed. Si bien existen pautas recomendadas para hidratarse antes, durante y después de ejercitar, tu cuerpo es el que mejor te indicará cuándo debe hacerlo. Préstale atención. Es probable que quieras beber más de lo normal durante un día soleado, cuando el clima es más cálido y húmedo, esto varía de acuerdo con las condiciones del cuerpo.
El agua común es la mejor fuente de hidratación para la mayoría de las personas. En caso de que hayas tenido un entrenamiento intenso y necesites recuperación, puedes limitar la ingesta de agua a la mitad y complementarlo con alguna bebida que tenga electrolitos y carbohidratos, pues al transpirar, el cuerpo pierde líquidos y electrolitos como el sodio y el cloruro. Los carbohidratos, por otro lado, sirven de combustible para mantener los músculos activos, pero es importante tener cuidado con la cantidad de azúcar que estas bebidas contienen.
Hay muchas personas que no beben suficiente agua y que prefieren hidratarse con otro líquido, sin importar lo que beben, así que lo beneficioso probablemente no sea la naturaleza alcalina del agua, sino el agua en sí misma. Incorporar agua alcalina a las bebidas es una elección, claro está, pero es importante comprender la definición de agua alcalina y cómo funciona el cuerpo.
Los científicos usan la medida de pH para describir qué tan ácida o básica es una sustancia, con un rango de 0 a 14. El agua pura tiene un pH de 7, por lo que es neutra. Los líquidos con un pH inferior a 7, como el café o las bebidas carbonatadas, son ácidos, y las sustancias con un pH superior a 7, como el bicarbonato de sodio, se consideran básicas o alcalinas.
Las aguas alcalinas tienen un pH de 8 o 9. Algunos distribuidores envasan agua con un pH naturalmente alto, mientras que otros dicen que alcalinizan el agua mediante un proceso de ionización. El cuerpo puede regular el pH en la sangre por sí mismo, gracias a órganos como los pulmones y los riñones, sin importar lo que uno bebe o consume.
Se dicen muchas cosas respecto al agua alcalina, entre ellas que rehidrata mejor al cuerpo, que lo ayuda a equilibrarse y desintoxicarse, o que sirve para bajar de peso y prevenir o incluso tratar el cáncer. Sin embargo, no hay suficientes estudios confiables que demuestren los beneficios del agua alcalina.