Con el apoyo de Ruta N y la Alcaldía de Medellín, tres emprendedores antioqueños con negocios de base tecnológica tuvieron la oportunidad de participar en este evento de talla mundial, de conocer lo que otros hacen, de conectar su empresa con otras a nivel global y de ampliar su visión de negocio.
Desde el momento en que supo que fue escogido, prácticamente comenzó a poner su mente en modo Dubái, pensando estrategias sobre cómo presentar su empresa y su compañía en esos lares. Hizo contactos, agendó reuniones y conversó con otro tipo de empresarios del sector con el fin de ir bien preparado y a fe que cumplió con este objetivo.
“Realmente feliz, fue increíble, yo creía que tenía todo el potencial para ir, y muy contento de saber que era una realidad”, fue lo que sintió Eduardo Andrés Ospina Serrano, un joven emprendedor de 28 años, ingeniero electricista, con Maestría en Ingeniería Eléctrica de la Universidad Nacional de Medellín, habitante del barrio El Velódromo, creador de Unergy, uno de los tres viajeros al país árabe.
Su idea de negocio busca conectar personas que quieren invertir en proyectos de energía solar con empresas que consumen este tipo de recurso.
No fueron suficientes los 13.647 kilómetros que separan a Medellín de Dubái para impedir que los tres emprendedores antioqueños, entre ellos Eduardo Andrés, viajaran a ese país -que es como salido de las historias de Las Mil y una Noches- y pudieran participar en Expo Dubái, la feria que pone en primer plano a los emprendedores del mundo.
Dubái es referente de jeques, petróleo y camellos. Hasta allí llegaron con el apoyo de Ruta N y la Alcaldía de Medellín, luego de ser seleccionados entre 59 aspirantes.
Mostrar su compañía en esta vitrina internacional para emprendedores, contar lo que hacen, conseguir recursos y capital para la energía limpia en Colombia y para apalancar proyectos de energía solar; lograr que allí, en esas lejanas tierras, conozcan nuestras tecnologías en este campo y que se puedan vender en esos territorios y, obviamente, tener el orgullo de haber representado a Medellín y al país en estos temas relacionados con el emprendimiento y el Valle del Software, fue lo que empacó Eduardo en su maleta de expectativas para emprender este viaje.
En los Emiratos Árabes Unidos, se conectaron con empresas de talla mundial. Las tres son compañías de base tecnológica que, desde diversos campos, son ejemplo de lo que se construye en Medellín a través del Valle del Software.
Otro viajero fue Jorge Correa, quien creó Eat Cloud, una plataforma tecnológica que sirve de puente entre los excedentes de alimentos con las instituciones y comunidades que más los necesitan.
Al avión, rumbo a Dubái, también se subió Rafael Cabrera quien ideó Urbanik Hub, una iniciativa de e-learning especializada en arquitectura, ingeniería civil y construcción.
En los Emiratos Árabes Unidos, Eduardo y sus compañeros conectaron sus proyectos con empresas de talla mundial y obtuvieron una nueva visión de cómo ampliar sus negocios con sus empresas de base tecnológica que, desde diversos campos, son ejemplo de lo que se construye en la ciudad a través del Valle del Software. La Exposición Universal de Dubái se celebró entre el 9 y el 11 de febrero.
“Mi sueño personal -dice Eduardo- fue desde chiquito dedicarme a inventar y a desarrollar nuevas cosas que impacten positivamente el mundo, lo que coincide con mi sueño empresarial que es aportar a la sostenibilidad y a desarrollar tecnologías que tengan un propósito sostenible y tecnológico”, dice.
Con su presencia en Dubái, él y sus compañeros de viaje han dado un gran paso para sacar adelante sus emprendimientos, conscientes de que, de aquí en adelante, tendrán bastante trabajo por hacer, que tendrán, como se dice en el argot popular, “mucho camello”.
Frente a los apoyos ofrecidos por la Alcaldía de Medellín a estos programas considera que “este tipo de cosas cambian mentes y cambian vidas en el sentido de que muchas veces, como latinoamericanos o como colombianos, estamos metidos en mercados que permean y que impactan a una región específica: Pero el hecho de que nos lleven al exterior y nos muestren el mundo permite que podamos desarrollar desde Colombia, y que esto no solo impacte a nuestro alrededor, sino que también lo haga a nivel mundial, de una forma más amplia”, opina.
De regreso a Medellín quiere, como emprendedor, seguir involucrado en el ecosistema y por eso quiere aprovechar que cada cierto tiempo -que hay reuniones con emprendedores- contar lo que está pasando allá, la forma en que esto nos puede cambiar e inspirar a otros a que sigan ese camino y sigan avanzando con tecnología.
“Es importante entender que Colombia tiene una gran cantidad de oportunidades y de emprendedores que la están sacando del estadio, que lo están haciendo bien y que están desarrollando tecnología, y que este es un país totalmente viable para invertir y generar negocios mutuos que agreguen valor al ecosistema de innovación y emprendimiento de ambos países”, concluye Eduardo Andrés.