Medellín y Barcelona adelantaron una agenda de trabajo el 7 y 8 de febrero para revisar los aspectos técnicos de un posible convenio de cooperación entre las dos ciudades, que permitirá apoyar la construcción de la Política Pública de No Violencia en la capital antioqueña.
Con este apoyo se busca impulsar a Medellín en su camino para convertirse en la capital mundial de la No Violencia mediante una postura decidida por la construcción de paz, memoria y reconciliación, por medio de alianzas estratégicas con diferentes ciudades y países del mundo.
“Desde hace muchos años nuestra ciudad no veía un apoyo tan decidido y directo por parte de algunas ciudades y países del mundo y en este caso con Barcelona. La confianza que genera el Plan de Desarrollo Medellín Futuro y toda su apuesta por ser un territorio de paz ha sido el factor fundamental para que la Diputación de dicha ciudad española decida involucrarse activamente no solo en la formulación y sensibilización de la Política Pública, sino en el plan estratégico piloto”, dijo la directora ejecutiva de la ACI Medellín, Eleonora Betancur.
La ciudad ha avanzado en la búsqueda de que el territorio se convierta en referente de buenas prácticas no solo a nivel nacional sino internacional. Por este motivo, la Diputación de Barcelona ha manifestado el firme interés de unirse a esta causa para convertir a Medellín en un territorio de paz, reconciliación y no estigmatización.
“Este será un trabajo que acompañará las fases siguientes en la formulación de la Política Pública, es un convenio que fortalecerá en recursos técnicos y financieros este proceso que nos ha llevado a adquirir nuevos aliados y es un trabajo por fortalecer las redes de cooperación entre quienes trabajan por los derechos humanos y la tramitación pacífica de conflictos”, dijo Carolina Sadarriaga, subsecretaría de Construcción de Paz Territorial.
Históricamente, Barcelona ha sido un aliado clave para intercambios de buenas prácticas en asuntos deportivos, educativos, sociales, ambientales y de desarrollo económico. Para estas estrategias, la ciudad española ha otorgado cerca de 2 millones de dólares a Medellín para el desarrollo de proyectos estratégicos.
“Avanzar en un proyecto de colaboración que surgió después de la visita del Alcalde de Medellín a Barcelona en noviembre del año pasado donde hubo interés por ambas autoridades para apoyar la nueva Política Pública local de No Violencia porque consideramos que es muy importante para la Diputación de Barcelona poner en agenda los derechos humanos y la implementación de los acuerdos de paz en los municipios”, agregó Carla Cors, delegada de la Diputación de Barcelona.
Contexto de la Política Pública de No Violencia
Medellín tiene un proceso innovador en materia de construcción de una Política Pública de Paz, No-Violencia, Reconciliación y No- Estigmatización, al ser un instrumento público que busca saber cuál es el principal problema que tiene la ciudad para construir y tramitar pacíficamente sus conflictos.
El desarrollo de esta política pública terminó su segunda fase en 2021, que fue la fase participativa. A través de talleres, grupos focales, entrevistas semiestructuradas, encuentros de ciudad y mesas de interlocución, los ciudadanos pudieron involucrarse en su construcción exponiendo sus percepciones, posiciones e intereses frente al trabajo por la paz que se realiza en la ciudad.
Su creación, desarrollo e implementación consta de 5 fases, identificación de los antecedentes y el problema público, realización del diagnóstico participativo, formulación de alternativas de solución y construcción de la norma, desarrollo del modelo de evaluación y el plan de ejecución, y finalmente, la apropiación y visibilización de la política pública. Todo esto abordado desde un enfoque de justicia restaurativa y construcción de paz territorial.