La Fiesta del Libro y la Lectura ofrece diferentes actividades a los asistentes, que llegan desde diferentes sitios del departamento. Esta vez, niñas de un colegio del municipio de El Santuario y otras, habitantes de Bello, que estudian en Medellín, nos contaron sus impresiones sobre la Fiesta y nos hablaron sobre los libros que compraron.
La actividad se organizó desde hace días. Desde la vereda La Tenería, del municipio de El Santuario, al oriente de Antioquia, unos 130 muchachos, niños, niñas y jóvenes, estudiantes del colegio Aire Libre, junto con sus maestros se desplazarían hacia la ciudad de Medellín para una jornada académica-paseo en el Jardín Botánico, escenario de la XV edición de la Fiesta del Libro y la Cultura y empaparse de literatura.
A las 7:30 de la mañana salieron hacia Medellín, adonde llegaron a eso de las 8:40 y muy juiciosos ingresaron al Jardín, para recorrer sus diferentes espacios y recrear su imaginación con toda la propuesta lúdica y literaria que ofrece este evento.
Me encontré con este grupo de estudiantes y me acerqué a ellos para consultarles su impresión sobre este evento. Pedí permiso a su maestra y de inmediato dos pequeñas se dispusieron para la conversación.
Un paseo pedagógico
Obedecen a los nombres de María Salomé Ocampo y María José Montoya. Son compañeras de salón, ambas de 10 años, con sus uniformes impecables y llenas de esa picardía y naturalidad propias de su edad. Para ellas esta experiencia fue inolvidable. A dos voces nos contaron que: “nos gustaron mucho los libros, caminamos, conocimos, vimos animales, disfrutamos y compramos el libro de un youtuber”. A María Salomé le pareció que algunos libros se podían comprar porque estaban baratos, mientras que María José, nos cuenta que es su primera vez en la Fiesta, que conoció mucho y que se divirtió bastante. Y otra vez, antes de despedirse -casi que en coro- agregan: “nos gustó demasiado, queremos volver el otro año”.
Deicy Vásquez es profesora de lenguas extranjeras, licenciada de la Universidad Católica de Oriente, es la maestra de inglés de estas pequeñas y nos explica el objetivo de este paseo académico. “Se tomó como una salida pedagógica para que ellos tuvieran la oportunidad de interesarse más por la lectura, porque hay pocos espacios donde pueden compartir ese gusto y este era el momento y el lugar preciso; se les informó, estuvieron de acuerdo y aquí estamos”.
Nos narra algunos breves detalles de la logística para ocuparse sin problemas de tantos muchachos y expresa su satisfacción por el logro obtenido. “Algunos de ellos se antojaron de comprar el libro de su gusto. Estuvieron muy atentos, participaron en dos talleres en las carpas dispuestas y ya enseguida nos devolvemos para el pueblo, después de estar aquí todo el día gozando de las actividades aquí programadas. Para algunos fue la primera vez, los muchachos quedaron muy animados y creo que esta experiencia se repite”.
Para esta joven de 29 años, eventos como estos son muy importantes en la formación de los estudiantes. “Esta es la puerta para que ellos se enamoren más de la lectura, este es el momento en que, al estar viendo tantos libros, los muchachos se están interesando en comprarlos y en leerlos”, nos dice presurosa, mientras invita a los estudiantes a abordar los vehículos que los llevarán de retorno a sus hogares.
Mientras las dos Marías y la profesora se despedían en medio de risas y jugueteos, seguí mi camino y visualicé a tres niñas, acompañadas de una señora, que recorrían los diferentes espacios.
Decidí abordarlas para conocer de su experiencia en esta Fiesta y conversar sobre sus gustos.
Tres vidas muy paralelas
Isabela Barrera, Sofía Cortés, y María José Lopera, son estudiantes del Cefa -el Centro Formativo de Antioquia. Aparte de estudiar en el mismo sitio, las une que viven en el municipio de Bello, que son compañeras de estudio en séptimo grado, que tienen la misma edad, el gusto por la lectura, una muy buena capacidad de expresión y que se les nota la cercanía y la buena amistad que hay entre ellas.
Isabela fue la primera que nos habló sobre su experiencia en esta Fiesta. “Me pareció muy bueno estar aquí. Tuve la oportunidad de encontrar libros diferentes, pude conocer al autor de uno que compré y hay muchos tipos de obras para cada gusto”. Ella adquirió un libro llamado Violeta de Álvaro Vanegas, que trata de seres sobrenaturales.
Por su parte Sofía nos dice que, “encontré mucho de la literatura que me gusta que es el romance. El libro que compré se llama ‘Un cuento de enfermera’ de Louisa May Alcot, que narra la historia de una mujer, a quien por ser mujer, le decían que no podía escribir ese tipo de libros, sino que tenía que dedicarse a los cuentos para niños o de princesas; entonces nos habla de una casa muy prodigiosa, de romances y desengaños”.
A María José este recorrido le pareció muy interesante, porque fue muy diverso el tipo de literatura con el que se encontró, como el terror y el romance y apreció que hay libros para toda clase de público. Sobre su compra -también un texto de Álvaro Vanegas- nos dice al mejor estilo de una experta en literatura: “el libro que conseguí tuve la oportunidad de que el autor me lo firmara. Se podría decir que es de terror; se llama Seis. Me gusta mucho este género y lo sobrenatural. La obra se relaciona con la codicia de la gente; trata de un juego en el que tiran los dados y el que gane la ronda decide la suerte de los demás y puede decir quien muere o no y el que queda al final tendrá todo lo que desea y muestra como las personas son tan codiciosas que son capaces de jugar con la vida de los otros, para conseguir lo que quieren, sin importarle si esas tienen familia o a alguien esperándolos. Juegan con la vida de los demás, solo por lo que quieren; eso es codicia”, nos dice con una seguridad que nos deja mudos.
Interviene Sofía y nos habla de su gusto por la lectura porque “los libros me transportan, me meto en la historia, porque a diferencia de las películas, a mí me gusta leer cosas que no existen, como por ejemplo Harry Potter; que cuando lo leí todo, me di cuenta que la película no tienen ni un centímetro de lo que dice el libro, pues no son fieles a este. Me gusta leer para conocer realmente la historia”, concluye levantando las cejas.
Hasta acá esta breve charla con estas tres niñas, que siguen su camino, que me hablaron cual eruditas y cuyas figuras se difuminan entre el público asistente.
Yo sigo mi andar disfrutando de esta Fiesta del Libro y la Cultura y en mi mente se atraviesa el deseo inmenso de que nuestros visitantes de El Santuario y estas tres niñas de Bello, no se aparten del camino de las letras y albergo la esperanza de que muchos otros niños y jóvenes sientan en su espíritu y en su mente la gracia, el sabor y la alegría que producen la lectura de un buen libro.
Por Alonso Velásquez Jaramillo