Ante su familia, compañeros de equipo, directivos del club y periodistas El delantero argentino Lionel Messi se despidió, entre lágrimas, como jugador del Barcelona admitiendo que fichar por el PSG «es una posibilidad», aunque negó tener algo firmado.
«A estas horas no tengo nada arreglado con nadie. Varios clubes se han interesado y todavía no hay nada cerrado. Estamos hablando, obvio», explicó en una rueda de prensa celebrada en el Auditorio 1899 del Camp Nou.
«El año pasado, cuando se armó el lío del burofax, estaba preparado, sabía lo que tenía que decir. Pero este año no. Estábamos convencidos de que íbamos a seguir aquí, en casa, era lo que más queríamos. Siempre sobrepusimos nuestro bienestar, estar en nuestra casa y disfrutando de esta vida en Barcelona, que es maravillosa», confesó llorando.
En la sala estaban los trofeos de los 35 títulos que ha ganado con el Barcelona. Y a las fueras del Camp Nou, cientos de aficionados culés despidiendo y honrando al ’10’, el futbolista más determinante en la historia del equipo.
Aunque jamás pensó en cómo sería su despedida, a Messi le hubiera gustado marcharse del club «de otra manera» y no de forma tan inesperada y sin la posibilidad de hacerlo en el terreno de juego y con la camiseta azulgrana.
A sus 34 años, el crack de Rosario, que aseguró que todavía no sabe cual será su próximo destino, quiere seguir jugando «hasta que se dé» y seguir levantando títulos antes de regresar a vivir a Barcelona.
«Se lo prometí a mis hijos», apuntó Messi, quien también confía volver un día al Barça: «Ojalá pueda regresar a este club, en lo que sea. Ojalá pueda aportar para que este club siga siendo el mejor del mundo».