Este año, el Municipio de Medellín obtiene el primer lugar en gestión financiera entre las ciudades capitales y el segundo entre municipios en el Índice de Desempeño Fiscal (IDF) del Departamento Nacional de Planeación (DNP) para la vigencia 2020. Este logro representa un ascenso de cuatro lugares en comparación con la vigencia de 2019, en la que la ciudad se posicionó en el quinto puesto del escalafón.
El secretario de Hacienda, Óscar Hurtado, agradeció el “papel protagónico de la ciudadanía, que con responsabilidad ha cumplido oportunamente con su deber tributario, imprescindible para conseguir el logro que hoy celebramos en la administración de la Medellín Futuro”.
Al computar el indicador de desempeño fiscal, con base en los resultados obtenidos en las dimensiones de resultados y gestión, se observa que, en promedio, los municipios alcanzan un puntaje de 54,9 puntos. Casi el 70 % de las entidades se categorizan en un rango con riesgo, no obstante, Medellín obtuvo para este año un puntaje de 78,5 lo que la ubica en el rango de solvencia.
El Índice de Desempeño Fiscal obedece a una política del Gobierno Nacional que busca hacer un seguimiento a la situación financiera territorial para identificar necesidades de asistencia técnica, así como buenas prácticas que permitan a las entidades tener unas finanzas saneadas.
“Este es un reconocimiento a las políticas de la hacienda pública, las cuales están soportadas en un control riguroso a los indicadores de ejecución del gasto y una política de austeridad, lo que ha contribuido a ubicar a Medellín en una posición favorable para continuar construyendo juntos la Medellín Futuro con la que todos soñamos”, afirmó el Secretario de Hacienda.
La nueva metodología definida para hacer un seguimiento a la situación financiera territorial por el Departamento Nacional de Planeación incorpora nuevos retos de sostenibilidad fiscal en términos de endeudamiento, inversión, generación de ingresos y ejecución del gasto territorial.
En 2020, se observó una reducción real de los ingresos municipales de 1 %, con una disminución de más del 50 % de los desembolsos y la cofinanciación. Los recursos propios presentaron una disminución cercana al 10 % pasando de $31,4 a $28,3 billones constantes entre 2019 y 2020, mientras que las transferencias crecieron más del 9 %. Frente al año 2000, los ingresos territoriales se triplicaron (ver gráfica 1).