Existen numerosos estudios y datos internacionales y locales que indican que entre la población con cáncer existe un riesgo incrementado de hospitalización, mayores requerimientos de Unidades de Cuidados Intensivos –UCI, que la población general y una mayor probabilidad de morir que la población sin enfermedades subyacentes.
Por ello, Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social expresó que “el cáncer se asocia significativamente con desenlaces graves cuando los pacientes que lo padecen son infectados por el coronavirus. De allí que mundialmente, se haya incluido esta comorbilidad dentro de los eventos prioritarios en los planes de vacunación”.
Es sabido que el cáncer disminuye la capacidad del sistema inmunológico para responder a virus y bacterias, aspecto que se relaciona con la misma enfermedad o el tratamiento. Lo anterior, causa un aumento del riesgo de infección por COVID-19 entre los pacientes con diagnóstico de cáncer, cuando se comparan con la población general.
Del mismo modo, la baja respuesta inmunológica también puede exponer a esta población a complicaciones graves derivadas de una infección, lo cual podría retrasar el tratamiento y devenir en hospitalizaciones innecesarias que podrían afectar negativamente al pronóstico de la enfermedad, más aún en el contexto de la pandemia por SARS-CoV-2 (COVID-19).
Explicó la funcionaria, que la evidencia del proceso de vacunación contra diversos agentes infecciosos, en pacientes con diagnóstico de cáncer y enfermedades hematológicas es positiva. Luego, la balanza del riesgo beneficio en el proceso de inmunización contra el COVID-19, favorece de manera importante a los pacientes con diagnóstico de cáncer.