El caso por la detención del expresidente Álvaro Uribe tuvo dos nuevos episodios ayer: por un lado, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, pidió la puesta en libertad del ahora senador quien se encuentra en casa por cárcel desde la semana pasada.
Para Pence, el exmandatario es un ‘héroe’ y recordó que recibió la Medalla Presidencial para la Libertad de Estados Unidos. Y añadió que respetan las instituciones colombianas y la independencia de la justicia, pero se unen a las voces de quienes piden que Uribe se pueda defender en libertad.
«Hoy hablé con nuestro gran aliado el presidente Iván Duque de Colombia. El presidente, Donald Trump, y yo agradecemos nuestra alianza por la libertad en el hemisferio y nuestros esfuerzos conjuntos para combatir el tráfico de drogas», publicó Pence en Twitter.
Por otro lado, el senador Iván Cepeda denunció que han estado llegando mensajes amenazantes con contra él y contra personas cercanas. “En el día de hoy, dirijo a la Fiscalía un oficio en el que adjunto mensajes amenazantes que han llegado por distintas vías en los cuales se ataca y se hacen muy serias advertencias en contra de mi familia, de mis abogados, de mis colaboradores y en contra mía con claros mensajes de muerte”, afirmó el senador del Polo Democrático.
El legislador publicó algunos mensajes de Twitter en los que se leen frases intimidantes, acompañadas de imágenes de su padre, el asesinado dirigente de izquierda Manuel Cepeda.
“Las evidencias demuestran que dichas amenazas y hostigamientos se han incrementado a partir del momento en que se dio a conocer la decisión de la Corte Suprema de Justicia en cuanto a la medida de aseguramiento para el expresidente y senador Álvaro Uribe”, dijo Cepeda al anunciar que envió el material a la Fiscalía.
La Corte Suprema de Justicia ordenó el pasado 4 de agosto la detención domiciliaria de Uribe por presunto fraude procesal y soborno de testigos. El caso que tiene al expresidente en prisión domiciliaria comenzó en 2012 cuando demandó por supuesta manipulación de testigos al senador Cepeda, que preparaba una denuncia en el Congreso en su contra por vínculos con el paramilitarismo.
Pero el proceso dio un giro cuando la Corte Suprema de Justicia archivó el caso, al tiempo que abrió una investigación contra el exmandatario por manipulación de testigos contra Cepeda.