Después de mucho insistir en que la bicicleta es la manera de transportarse más amigable con el medio ambiente y más eficiente para la movilidad en las ciudades, la pandemia por el covid-19 plantea un escenario de florecimiento para las ‘bicis’ en el mundo.
En las principales ciudades de Latinoamérica y de Europa, el uso de la bicicleta se ha extendido, al punto de que los fabricantes no dan abasto para surtir los mercados, cuando las ventas se dispararon hasta 5.000 por ciento.
Luego de estar paralizados en el comienzo de la crisis, los fabricantes no logran responder a la demanda creciente de este modo de transporte alternativo. Como prueba de que pedalear está de moda, desde febrero, la búsqueda de rutas en bicicleta en Google Maps aumentó 69%. También se registró un récord en la búsqueda de reparadores de bicicletas, según el gigante de internet.
Para los citadinos es una forma de evitar los metros y autobuses repletos de gente en un momento en el que hay enorme riesgo de contagio. A la vez, es la manera de recobrar un sentimiento de libertad luego de semanas o meses de aislamiento.
En Europa, la venta de bicicletas se multiplicó por dos y hasta tres, según un portavoz de la cadena de tiendas de artículos deportivos Decathlon. En China, según el mismo vocero, la demanda se multiplicó por cinco tras el confinamiento.
Las ventas en línea en Estados Unidos alcanzaron un máximo histórico a mediados de mayo. El número de bicicletas vendidas fue más del 5.000 por ciento superior al de mediados de mayo de 2019.
Las ventas totales de bicicletas -en línea y en tiendas- en Estados Unidos crecieron un 81 por ciento en mayo en relación con mayo de 2019, hasta alcanzar 1.110 millones de dólares, según ‘People for Bikes’, un grupo de fabricantes y minoristas.
El taiwanés Giant, el principal fabricante del mundo, vio sus ventas en Europa aumentar en un 140 por ciento en junio en comparación con el mismo mes en 2019, impulsado en particular por las ventas de bicicletas eléctricas. Y su cartera de pedidos está llena hasta la primera mitad de 2021.
Y aunque los fabricantes no ofrecen datos de América Latina, donde la pandemia están crecimiento, se da por descontado que hay una mayor demanda de bicicletas dado el interés de las personas por transportarse en un vehículo en el que no tengan contacto cercano con otras personas.