La Justicia brasileña decretó la quiebra de la aerolínea Avianca Brasil, que en agosto de 2018 se acogió a la ley de bancarrotas en un intento de reestructurar sus finanzas y seguir operando, pero la semana pasada admitió el fracaso de sus negociaciones con los acreedores.
La quiebra definitiva de la aerolínea brasileña, una compañía independiente de la colombiana Avianca Holdings S.A., fue decretada a petición de la propia empresa por el juez primero de Quiebras y Recuperaciones Judiciales de Sao Paulo, Tiago Henriques Papaterra Limongi.
En la sentencia en que declaró la quiebra, el juez estableció un plazo de 60 días para que la empresa presente una lista de sus activos, que serán subastados para pagar parte de las millonarias deudas de la empresa, según un comunicado del Tribunal de Justicia de Sao Paulo.
Limongi agregó que la misma firma escogida por la Justicia para administrar la aerolínea durante el fracasado proceso de recuperación judicial, la oficina de abogados Álvarez & Marsal, se encargue de evaluar los bienes de la empresa antes de su venta.
El juez también le pidió al administrador judicial que se manifieste sobre la conveniencia de la propuesta presentada por la firma Pacific Bank para adquirir los activos de Avianca Brasil.
«Consta en los autos del proceso que, por la total paralización de las actividades de la empresa que intentaba recuperarse, la administradora judicial y la propia aerolínea admitieron la imposibilidad de cumplir con el plan de recuperación judicial que ya había sido aprobado por los acreedores y homologado por la Justicia, y solicitaron que el proceso de recuperación judicial fuera convertido en declaración de quiebra», alegó el juez. Avianca Brasil solicitó que la empresa fuera declarada en quiebra el 6 de julio pasado.